Dante Gebel #772 Banda Ancha

Una vez conté que en la escuela primaria tuve con compañero a un niño aún chiquito que sufría una enfermedad degenerativa se apreciaba valente aunque nunca recordé su nombre trate lo trate de buscar en las redes sino no recuerdo su nombre visitaba valiente su espinita dorsal estaba torcida y sus brazos y sus piernas sus extremidades iban encogiendo doblando cada vez más un poco cada vez cada año y fue el chico más noble más puro que yo conocí por razones obvias nunca he elegido para ningún equipo a la hora de jugar hizo tampoco aunque yo no tenía ninguna enfermedad degenerativa pero también en un chico raro éramos dos o tres raros durante la primaria por diferentes motivos en lugar de la espina dorsal yo tenía doblegado el espíritu casi amputado el espíritu y cada vez que elegían equipos valenti yo quedamos hay en él en el pacto de la exclusión simulando que no nos importaba pero un día en cuarto grado llegó el día de una excursión y debíamos armar equipos de a dos andar juntos todo el día para no perderse y esos temas y y elegirá valente significaba que deberías ayudarlo ir al baño hasta cargarlo en brazos al momento que no pudiera más así que tomé la decisión no espere a que alguien no nos eligiera o lo que era un peor que aquel que yo eligiera más ligera por hacer equipo conmigo así que cuando llegó mi turno dije yo elijo a valente y yo había veo su rostro en mi memoria levantó su cabeza su cara tenía una mirada de deleite incluso de orgullo más genuina de la que jamás había visto era tan puro este chico que que que tuve que mirar para otro lado porque yo sabía que no me lo merecía como amigo y él me dice mira que conmigo no vas a poder jugar conmigo no vas a poder correr eso dije conmigo tampoco y valente debería tener miedo ahora si es que aún vive porque la enfermedad no le daba tregua y no lo vuelto a ver desde que terminamos la primarias desde un caluroso diciembre en argentina porque en argentina para fin de año hace mucho calor durante aquel mil novecientos ochenta y dos cuando nos despedimos de toda la clase que nos había acompañado durante siete años en la primaria y eso no sé cómo ha sido su vida ni lo que estoy haciendo ahora insisto si es que está vivo pero me gustaría pensar que tiene un recuerdo barato por lo menos de sólo un día de cuarto grado al menos solo tengo no había nada que valente pudiera pero ese día fue elegido por alguien que estaba tan quebrado tan roto como el insisto no en la espina dorsal en mi caso en el corazón por diversas causas por todo lo que había pasado en mi infancia por el cáncer de mama la borrachera de mi padre en ambos coincidíamos coincidíamos en muchas cosas en los infortunio en lo que nos había ocurrido eso siempre he pensado y pensaba puntualmente esta semana si estas situaciones que parecen triviales líneas niña puede inglés si se quiere son producto de la coincidencia o de la providencia divina en otras palabras yo conocía valente por coincidencia coincidentalmente porque ambos niños estábamos en ese colegio o nos teníamos que conocer para que ocurriera lo que pasó ese día por ejemplo esa es una pregunta no sólo en el caso de esas casualidades pequeña ideas sino en aquellas improbable que nos ocurre en todos los días que decimos a ver será que dios ordena cada uno de nuestros pasos incluso aquello que se ven como malos pasos son malas decisiones vamos abriendo los camino a medida que avanzamos siempre me he preguntado eso a pesar de que tengo crear la teología he leído la biblia de que era pequeño siempre me he preguntado hasta donde dios interviene no digo que nos maneja como títeres pero hasta donde nuestros pasos son ordenados y hasta donde es nuestro libre albedrío y vamos abriendo camino al andar el gran cantautor compositor y poeta español joan manuel serrat escribió una de sus trabas más famosa donde dice son tus huellas el camino y nada mas caminante no hay camino se hace camino al andar así canta serrat