04x02 - Un San Valentín para olvidar. El caso de Tara Grant

El 14 de febrero es el día en que las parejas celebran el Día de los Enamorados.

Ese día del año 2007, un hombre se presentó en comisaría denunciando la desaparición de su mujer.

Llevaba varios días sin saber nada de ella, después de que ésta se marchara de vuelta a San Juan de Puerto Rico donde trabajaba y después de haber viajado a Estados Unidos para estar junto a su marido y a sus hijos durante el fin de semana como era de costumbre.

Hoy vamos a conocer la historia de Tara Grant, hablaremos de su vida, de los hechos que ocurrieron hasta su desaparición y todo lo que vino después.

Mi nombre es Susana García y esto es Más Allá del Crimen.

Comenzamos.

La historia de la que vamos a hablar hoy tuvo lugar en el tranquilo suburbio de Washington Township, en Michigan, en el año 2007.

Un lugar donde las familias vivían y viven detrás de vallas blancas y el crimen es lo último en lo que pensaba nadie.

Pero a puertas cerradas, un hogar ocultaba secretos que pronto saldrían a la luz de la forma más horrible.

Tara Lynn Grant nació en el año 1972 y creció en el pequeño pueblo de Perkins, en la península superior de Michigan.

Conocida por su brillante sonrisa, su agudeza mental y una fuerte ética y responsabilidad del trabajo, Tara pasó de una modesta educación en una granja de aficionados a caminar por los pasillos de la Universidad Estatal de Michigan.

Fue allí, durante sus años universitarios, donde conoció a Stephen Grant, el hombre que se convertiría más tarde en su marido.

Primero digamos que se conocieron.

Tara estaba saliendo con otro chico, pero Stephen estaba obnubilado con ella.

Hacía todo lo posible por conquistarla, pero ella, claro, tenía una relación.

Durante este tiempo de conquista, Tara perdió a su abuela y tuvo que viajar al funeral para poder estar allí con su familia.

Se sorprendió bastante cuando vio que Stephen estaba allí.

Había hecho muchísimos kilómetros para estar cerca de ella, apoyarla y poder reconfortarla.

Aunque ella estaba en el funeral con su pareja, fue un poco sorpresa, pero tampoco era nada extraño porque ya se conocían y digamos que tenían una cierta amistad.

Y el pico pala de Stephen y el estar apoyando a Tara y estar junto a ella y seguir esforzándose por conquistarla dio sus frutos y ambos empezaron a salir.

Parecían la pareja perfecta.

Los dos eran jóvenes, ambiciosos y estaban muy enamorados.

Tara estaba más centrada en el tema de la economía.

Veía su futuro en la economía mientras que Stephen optaba más por el lado de la política.

A Tara eso le fascinaba.

El que Stephen quisiera dedicar su vida al tema de la política era algo que a ella le gustaba, le impresionaba y admiraba bastante de él.

Una vez se hubieron licenciado en el año 1994, la pareja se mudó a vivir a Detroit, que era la ciudad natal de Stephen.

Allí su padre tenía un negocio que se especializaba en equipos de corte de metal y le ofreció un puesto de trabajo a su hijo con un sueldo bastante decente.

Y era algo con lo que empezar para los dos a hacer un poco de dinero, establecerse y ya decidir tener una familia.

Stephen por supuesto que aceptó el puesto de trabajo que le ofreció su padre y estaba muy contento de empezar a trabajar después de hacer la mudanza, mientras que a su vez buscaba otro trabajo.

Digamos que este era un salto para luego pasar a otro.

Así que los dos estaban contentos, él tenía trabajo, ella se podía centrar en buscar algo interesante y así es como los dos se establecieron y empezaron a vivir sus vidas, digamos, un poco ya más de adultos.

Tara también empezó a trabajar en una empresa de Detroit.

Aunque todo era nuevo para ella, digamos que las habilidades y el talento que tenían estas chicas fueron muy rápidamente reconocidos.

Cada vez se le iban asignando más responsabilidades y cada vez le iban dando más tareas importantes.

Ella estaba muy motivada y era muy ambiciosa y se volcó por completo en su trabajo.

Digamos que no se tomaba mucho tiempo libre, a menos que fuera absolutamente necesario.

Durante un montón de años que luego estuvo allí, la mujer nunca estuvo de baja, o sea, era totalmente devota y entregada a su puesto de trabajo.

En el año 2000 tuvieron a su primera hija, Tara pensó que lo mejor era volver a trabajar y así lo hizo en cuanto pudo.

Fue Steven el que se quedó en casa para cuidar del bebé mientras ella se centraba en su carrera.

Dos años después, en el año 2002, tuvieron a su segundo hijo Ian.