
07-02-2025 Only Fans - 10 Minutos con Jesús

Description of 07-02-2025 Only Fans - 10 Minutos con Jesús
** Ponte en presencia de Dios. Trata de hablar con Él.
** 10 minutos son 10 minutos aunque te puedas distraer. Llega hasta el final.
** Sé constante. El Espíritu Santo actúa “a fuego lento” y requiere constancia.
Audios de 10 minutos que te ayudan a rezar.
Un pasaje del Evangelio, una idea, una anécdota y un sacerdote que te habla y habla al Señor invitándote a compartir tu intimidad con Dios.
Busca tu momento, piensa que estás con Él y dale al play.
Toda la info en nuestra web:
www.10minutosconjesus.org
diezminutosconjesus@gmail.com
Para recibir cada día tu meditación por Whatsapp pulsa aquí:
http://dozz.es/nu36t
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Señor mío y Dios mío,
creo firmemente que estás aquí,
que me ves, que me oyes,
te adoro con profunda reverencia,
te pido perdón de mis
pecados y gracia para hacer con
fruto este rato de oración.
Madre mía inmaculada,
San José mi Padre y Señor,
ángel de mi guarda, interceded
por mí. Si te has
lanzado a reproducir el audio porque has visto el
título y te ha dado un poco
de curiosidad o de morbo,
o a lo mejor ni siquiera
esperabas encontrarte un audio que empieza
invocando a Dios, o a lo mejor, sí,
y ya lo sabes y sabes de qué va esto, pero
te ha llamado la atención. Bueno, el caso es que
si lo haces porque has
escuchado y has leído ese Only Fans
y te ha dado
curiosidad, quizá
necesitas escuchar este audio,
y necesitas rezar,
y que recemos tú y yo juntos.
Porque el Evangelio de hoy habla precisamente
de lo que va es título de este
audio, de ese Only Fans,
es decir, de una mujer joven,
una jovencita, porque casi
todas son jovencitas las que trabajan
digamos, o crean contenido,
mejor, en esta plataforma,
una joven te decía que baila
seductoramente
ante un hombre mucho mayor que ella, un
hombre maduro, y lo hace
para conseguir a cambio de mostrarse
y de dejarse mirar como un objeto
de placer, un beneficio
material. Y te hablo
del Evangelio, sí, y además
de una historia aún más complicada,
porque resulta que esta chica
está siendo manipulada, ni más ni menos,
que por su propia madre,
para de esta forma conseguir
el favor de aquel hombre maduro
que es encima el rey de los judíos.
Quizá ya sabes
que hablo de Herodes,
de Herodías,
y de su hija Salome.
Impresiona mucho, Jesús.
Empezamos a rezar contigo
En el momento de la pasión
tú hablas con muchas
personas, y no te importa
dirigirte a aquellos que te están haciendo daño,
Judas Iscariote que te ha traicionado
con un beso, Simón de Cirene que te ha
negado tres veces, el sumo sacerdote,
Caifás, Anás,
incluso el mismo gobernador romano,
Poncio Pilato, pero sin embargo te niegas
a hablar, ni siquiera le diriges
la mirada a Herodes,
el hombre maduro que en el Evangelio de hoy
contempla libidinosamente
a la hija de su mujer
bailando, a la que está
dispuesto a darle todo, como un hombre
que llevado por su concupiscencia hubiera
perdido la cabeza y estuviera dispuesto
a tirar por la borda
su vida entera. Tú Jesús dijiste
en el Evangelio que los limpios de corazón
verán a Dios,
y se podría decir también lo contrario,
los impuros de corazón no
consiguen ver a Dios, es más,
Dios se aparta de ellos,
ni les dirige la mirada. Por eso entendéis
la gravedad que tienen estos pecados
de impureza, no porque en sí mismo
sean los más importantes, que son el sexto
mandamiento, pero impiden,
bloquean, inubran los sentidos
interiores que nos permiten
contemplar a Dios y amar a Dios,
que es, sin embargo, el primero
y el más importante de los mandamientos.
Al terminar el baile,
Herodes quedó fascinado,
tan obsesionado, tan
alienado, que le prometió a
Salome que le daría cualquier cosa,
incluso a la mitad de su reino.
Salome consultó a su madre,
y escuchamos en el Evangelio de hoy
que la madre pidió ni más ni menos que
la cabeza de Juan el Bautista,
que había denunciado
a Herodes por la situación
irregular que traía en su matrimonio
con la que había sido antes
esposa de su hermano Filipo.
Y toda esta historia
que parece un culebrón,
una telenovela o un programa
de esos de Sálvame,
o la isla de las tentaciones,
sería divertido si no fuera
porque termina con la cabeza de Juan Bautista,
termina decapitando al gran
profeta, el precursor, el más grande
de los nacidos de Varón, y alguien
a quien dice el Evangelio que el mismo Herodes
admiraba profundamente.
Es decir, Herodes acabó con
aquello que amaba por dejarse llevar
por una pasión que le había
nublado la vista y que le estaba
llevando directamente al abismo.
Le impidió la visión de Dios
y el diálogo con Cristo al que
tuvo delante de sus
propias narices en el momento de la pasión.
No hace ninguna gracia.
Y además la historia
se repite tantas veces cuando
hombres o mujeres, seducidos,
obsesionados,
nublada la vista por su lujuria,
echan a perder su propia matrimonio,
su familia, la vida de sus hijos,
su fe, su salvación eterna.
De esta plaga no nos libramos tampoco
los sacerdotes, que os voy a contar
cuando hemos escuchado
con asombro y con dolor tantísimas
noticias de comportamientos
aberrantes de hermanos
nuestros que se han dejado llevar
y que no han sido capaces de pedir
ayuda, de pedir perdón, de
ser sinceros y han terminado haciendo
daño incluso a los más pequeños.
Jesús dice que al que escandaliza
a Dios