09 El cuarto de jugar de Tanglewood. Introducción a "El paraíso de los niños"
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El cuarto de jugar de tanglewood introducción a el paraíso de los niños pasaron los días de oro de octubre como tantos otros octubre han pasado y paso el obscuro noviembre y la mayor parte del frío diciembre también por fin llegó la alegre navidad y eustace bright llegó con ella haciéndola aún más alegre con su presencia al día siguiente de su llegada cayó una gran nevada hasta entonces el invierno parecía haberse retrasado y nos había dado muchos días tibios quieren como sonrisas en su rostro arrugado la hierba se mantenía verde en los sitios resguardados como los escondrijos de las laderas que miraban al sur y a lo largo de las cercas de las laderas de piedra que no dejaban pasar el frío viento aún no hacía un par de semanas que los niños habían encontrado un amargor en la flor en la orilla del arroyo umbrío precisamente a la salida de la cañada pero ya no había hierba ni flores kim nevada si la vista alcanzará tanto entre las ventanas de tanglewood y la alta montaña entre los remolinos de chopos si hubiesen podido ver veinte hectáreas de tierra nevada parecía que las colinas fuesen gigantes entretenidos tirándose unos a otros monstruosos puñados de nieve tan espesos caían los copos que hasta los árboles que estaban a mitad de camino valle abajo quedaban ocultos por ellos casi todo el rato algunas veces cierto es los pequeños prisioneros de tanglewood podían divisar el confuso contorno de la gran montaña y la lisa blancura del lago helado que había al pie de ella así como las manchas negras o grises de los bosques en la parte más cercana del paisaje pero esto era sencilla claros en la tormenta sin embargo los niños disfrutaban con la nevada ya habían trabado conocimiento con la nieve saltando fuera cuando caían más espesa y tirándose unos a otros a puñados como hace un momento nos figuramos que hacían las montañas y ahora había envuelto al espacioso cuarto de jugar que era tan grande como el gran salón y estaba lleno de toda clase de ju metes grandes pequeños el mayor de todos era un caballo de balancín que parecía de verdad y había una familia entera de muñecas de madera de cera de cartón y chinas además de unos cuantos bebés de trapo y muchísimos cubos de construcción bolos pelotas peonzas aros volantes combas y muchísimos más objetos valiosos de los que caben en una página pero los niños preferían la nevada a todos los juguetes prometia tantas animadas diversiones para mañana y para todo el resto del invierno los trineos las bajadas desde la colina hasta el valle las estatuas de nieve que había que esculpir las fortalezas de nieve que había que edificar y la batalla de bolas de nieve que había que celebrar los niños bendecían la nevada y se alegraban de ver que caía cada vez más espesa y miraban con esperanza el montón que se estaba formando en la avenida que ya era más alto que el más alto de ellos vamos a estar bloqueados hasta la primavera es el mayor con entusiasmo qué lástima que las casas sea demasiado alta y que no pueda cubrirla las nieve la casita colorada que hay ahí abajo va a quedar enterrada hasta el tejado pero chiquillos locos aún queréis más nieve preguntó estás cansado de alguna novela que estaba leyendo había entrado en el cuarto de jugar ya ha hecho bastante daño echando a perder la mejor sesión de patinaje que hubiera podido disfrutar en todo el invierno no volveremos a ver el lago hasta el mes de abril yo iba a ser el primer día que yo iba a patinar no me compadece siempre viva claro que sí respondió siempre viva riendo pero para que te consueles escucharemos uno de tus cuentos rancios de los que nos contabas en el pórtico en arroyo umbrío a lo mejor ahora que no tengo nada que hacer me gustan más que cuando había nueces que buscar un buen tiempo que disfrutar inmediatamente pimpinela trébol arándano y todos los chiquillos que aún estaban en tanglewood se reunieron en torno a estas pidiéndole con afán que contase un cuento el estudiante bostezo se desperezó y después con gran admiración de la gente menuda dio tres saltos hacia adelante