
12 Al calor del hogar en Tanglewood. Introducción a "Las tres manzanas de oro"
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Al calor de hogar en Tanglewood. Introducción a "Las tres manzanas de oro"
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Por cortesía de ojo de agua ambiente educativo os presentamos el libro de las maravillas de nazarí en oxford alba editorial al calor del hogar en tanglewood introducción a las tres manzanas de oro la nevada duró un día más qué pasó con ella después no puedo figurarme lo fuere donde fuere durante la noche desapareció por completo y cuando salió el sol a la mañana siguiente brillo sobre las montañas pobladas de árboles con la mayor alegría del mundo la escarcha había cubierto de tal modo los vidrios de las ventanas que era casi imposible lanzar una mirada al paisaje exterior pero mientras esperaban el desayuno los niños de tanglewood habían hecho agujeros en la escarcha con las uñas y habían conseguido ver con gran deleite que excepto en dos o tres sitios pendientes de la montaña o sobre los bosques cuyos negros ramajes mezclados con la nieve formaban una mancha gris todo el resto del mundo que se alcanzaba a divisar estaba blanco como una sábana que precioso y para colmo de felicidad hacía un frío capaz de leerle a uno las narices en un segundo si una persona tiene dentro del cuerpo vida suficiente para soportarlo no hay nada que le ponga de tan buen humor y que le haga bailar y correr la sangre más vivamente que un arroyo colina abajo como una buena helada en cuanto desapareció el desayuno toda la chiquillería bien arropada en pieles y paños se desparramó sobre la nieve vaya un día de diversión deslizarse colina abajo resbalando hasta el valle y los cien veces y para divertirse más volcaban los trineos y daban volteretas llegando al fondo cabeza abajo la mayor parte de las veces y una vez para mayor seguridad eustace bright se subió en el mismo trineo con pimpina arándano y flor de limón y echaron a correr cuesta abajo de prisa de prisa de prisa pero a mitad de camino el trineo tropezó con un tronco escondido bajo la nieve y allí cayeron en un solo montón los cuatro pasajeros al levantarse no encontraron al más pequeño que era flor de limón qué había sido del pobre muchacho y mientras se lo preguntaban y lo buscaban flor de limón sacó la cabeza de entre un montón de nieve con la cara colorada como si fuese una inmensa flor escarlata que hubiese brotado de repente en medio del invierno había que oírles reír a todos cuando se cansaron de resbalar colina abajo estas puso a los niños a acabar para hacer una buena cueva en el montón de nieve más alto que encontraron desgraciadamente cuando estuvo terminada y toda la chiquillería se metió en el hueco en el techo se hundió sobre sus cabezas y los enterró vivos a todos un minuto después se acaban las cabecitas de entre las ruinas y la del estudiante aparecía en medio y encima de toda es canosa y venerable como el polvo de nieve que se había enredado entre sus rizos oscuros y entonces para castigar al primo de usted por haberles aconsejado que acabase en una cueva tan ruinosa los niños lo atacaron en grupo y lo apedrearon con bolas de nieve de tal modo que tuvo que salir corriendo de allí huyó a los bosques y desde allí a la orilla del arroyo umbrío donde pudo oír el rumor del arroyuelo que corría bajo grandes montones de nieve y de hielo que apenas le dejaban ver la luz del día había témpanos diamantinos que brillaban alrededor de sus pequeñas cascadas de allí llegó corriendo a la orilla del lago y se encontró con una llanura blanca e intacta que iba desde sus pies al pie de la inmensa montaña y como ya estaba casi poniéndose el sol estas pensó que nunca había habido espectáculo había visto espectáculo más hermoso se alegró de que los niños no estuviesen con él porque su animación y su actividad desaforada hubieran disipado su estado de ánimo elevado y grave así que solo hubiese estado alegre como en efecto lo había estado durante el día entero pero no hubiese disfrutado de la suavidad de la puesta de sol invernal entre sus mon tallas cuando el sol hubo descendido bastante nuestro amigo estás volvió a casa a cenar después