121 | ¿Qué te separa de tu vida soñada? Creencias, decisiones y coraje para acercarte a ella

La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir.

¿Por qué hay tanta gente que le cuesta pasar de la intención a los hechos reales? Los sueños son del niño y la realidad las ha de administrar el adulto.

El otro día me encontré en un vídeo.

Hacían entrevistas a personas que estaban de una edad muy avanzada en una residencia y le preguntaban si arrepiente de algo.

Y él dijo de no haber persistido en la lucha por la mujer a la que amé.

Me arrepentiré de eso toda la vida y lo he pagado muy caro.

La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir.

Yo creo que esa vida no vivida, lamentablemente, está mucho en las redes sociales.

Hay muchas personas que admiran los logros de este youtuber, de este instagramer.

Hacen que muchas personas se proyecten a esas películas.

Te conviertes en lo que decía Woody Allen, que hay un momento en que salen del cine y la novia dice, no te voy a ver más porque tú eres un espectador de la vida y yo quiero actuar.

Todo el mundo se arrepiente de algo.

Sobre todo, todo el que no ha conseguido lo que quería.

Luchar por lo que queremos es fundamental.

Queridas amigas y queridos amigos, gracias una vez más por acompañarnos aquí en Ojalá lo Hubieras Sabido Antes.

Hoy para hablar de un tema que ha sido propuesta de nuestro querido Antoni Bolinches y que considero que es un tema muy importante, que es la vida soñada.

¿Qué nos separa de ella? Como diría Frances Miralles.

¿Qué te separa de tu vida soñada? La distancia entre nuestra realidad actual y la vida que anhelamos a veces puede parecer un abismo insalvable, pero esa brecha es más permeable de lo que imaginamos.

Porque en realidad estamos diseñados para el cambio y la adaptación.

Nuestro cerebro nos da una plasticidad creativa e imaginativa que nos permite reescribir nuestra historia en la mayoría de los momentos de nuestra vida, quizás salvo cuando la enfermedad lo impide o la vejez lo dificulta.

Muchas veces lo que percibimos como barreras infranqueables son construcciones mentales que hemos edificado a lo largo del tiempo, que van desde las creencias limitantes, los miedos heredados que nos transmitieron a cucharadas junto con la papilla y los patrones de pensamiento que se han vuelto tan familiares que los confundimos con verdades absolutas.

¿Cómo se llama el inicio del viaje hacia nuestra vida soñada? Se llama coraje, se llama valentía, se llama voluntad.

Atrevernos a cuestionar esas supuestas verdades, mostrar que podemos lograr transformaciones significativas implica dar un pequeño primer paso.

Y lo que tienen en común las personas que lo logran es la capacidad de desafiar sus propias limitaciones autoimpuestas, porque no se trata de negar la realidad de los obstáculos externos que están y estarán, sino de reconocer que nuestra respuesta ante ellos está profundamente influenciada por nuestras creencias y expectativas.

De esto y de mucho más hablaremos hoy y abrimos tema con nuestro querido Francesc Miralles y luego le daremos la palabra a nuestro querido Antóni Bolinches.

Querido Francesc, decía Jung eso tan bonito que a los tres nos gusta este aforismo de que la vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir.

¿Qué opinas tú de eso? Sí, opino que es una frase que nos encanta porque es muy certera y que hay mucha gente que vive en lo mental, en el mundo de las ideas y las intenciones y que raramente pasan a la práctica.

Y voy a poner un ejemplo de hoy mismo.

Estoy aquí en una oficina de Andorra la Bella de un amigo empresario porque venía por aquí para grabar podcast y al pasar por una tienda de tabaco llamo a mi amigo de la infancia y le digo, oye, ¿quieres un par de cartones? Porque aquí es como un 30-40% más barato.

Este amigo hace 40 años que está dejando de fumar, pero nunca lo ha dejado fumar, pero siempre dice que lo está dejando.

Y me dice, no, porque ya ha empezado a reducir.

Pero esto me lo ha dicho las últimas diez veces que vine a Andorra.

Entonces, yo lo que quisiera es redirigir esta cuestión a nuestro querido maestro Antonio Bolinches.

¿Por qué hay tanta gente que le cuesta pasar de la intención a los hechos reales? ¿Por qué cuesta tanto ese primer paso? Bueno, si lo explicamos desde el modelo explicativo del Eric Berg, que es con el que estamos más familiarizados y todos los seguidores del Ojalá ya lo interpretan perfectamente, sería porque los sueños son del niño y las realidades las ha de administrar el adulto.

Y eso depende de la fuerza que tiene el padre para implicar al adulto a la voluntad, a la perseverancia, a la confianza, a la capacidad.

Claro, por eso yo creo que lo primero que deberíamos hacer con los sueños es diferenciar los sueños infantiles, que evidentemente