Entendí que Dios no nos pide algo superior a nuestras fuerzas y que él estará presente siempre, a nuestro lado, para sujetar esa Cruz.
¡Para sujetarnos!
Y comprendiendo… comprendí a santos como Alejandro Fernández, que murió mártir por causa de la fe. Por no renegar a ella a manos de sus verdugos.
Que solo le pedían una cosa para salvarse.
¡Que renunciara a su fe!
Y como callaba y aceptaba la pasión, cuando le flagelaban, cuando le ponían la corona de espinas...
Él callaba y callaba…
Aceptaba el martirio…
Aceptaba la Cruz.
Y solo una respuesta dio, antes de que le clavaran en ese símbolo, en esa cruz a imitación del Maestro.
¡Podéis matar mil veces mi cuerpo, pero jamás matareis mi alma!
Y esa otra, tras estar clavado en la cruz y escarnecido, aquella que dio al tercer día, antes de expirar:
¡Perdónales señor que no saben lo que hacen!
Perdónales Señor, que no saben lo que hacen…
Aquella súplica hizo enmudecer a sus verdugos, que, en un silencio sepulcral, casi reverencial, observaban el cuerpo lacerado ya inerte de quien iba ya, camino del Cielo.
Y ocurrió en un epilogo final, que un aprendiz de Longinos hundió en el costado del mártir su bayoneta, a modo de improvisada lanza.
Del que brotó un torrente salvífico de sangre y un manantial de eterna agua de vida.
¿Gozo en el sufrimiento?
¿Fuerza sobrenatural?
¿Amor de Dios?
Las tres, o cada una de ellas, para aquellos que ya están desde la Cruz… viendo el cielo.
Y es que aquellos que le rodeaban en ese Gólgota improvisado, en su ceguera, eran incapaces de ver, como un alma pura era elevada al Cielo...
Y en su sordera no podían oír, ese otro cántico celestial, que los ángeles proclamaban:
“Que la Sangre de los mártires engendre nuevos mártires, engendre… nuevos cristianos”
¡Misericordia Señor… Misericordia!
Comments
El paraíso prometido.
La santidad.
Aquella que dios te da para que alcances el cielo.
Es tu joya más preciada.
Acepta tu cruz.
Cuántas veces se intenta cargársela a otro.
Esa cruz que tanto cuesta abrazarlo, pues parece que no fuera con .nosotros
La cruz de cada día.
Acepta abraza tu cruz
ABRAZA, ACEPTA TU CRUZ