🇺🇸🔪💀 Entre urnas y balas: Violencia política en EE.UU.

Y bienvenidos a un nuevo episodio del podcast de The Political Room.

Yo soy Daniel Gil, y como siempre, una vez más, un episodio más, tengo a mi lado a mi amigo, mi estimado, Iván López.

Iván, ¿qué tal? ¿Cómo vamos? ¿Qué tal, Daniel? Pues muy bien, la verdad.

Tengo muchas ganas de volver a tener otra charla contigo, Dani, porque la verdad es que, como siempre decimos en estos podcasts, la realidad internacional no para, y hoy toca cruzar el charco, por lo que muchos de vosotros ya sabréis, ¿verdad, Dani? Sí, efectivamente.

Seguramente no creo que haya nadie que esté escuchando este podcast en este momento, que no se haya enterado de los acontecimientos ocurridos esta semana en Estados Unidos.

Nos estamos refiriendo, obviamente, al asesinato de Charlie Kirk en Utah.

Y queríamos aprovechar este desgraciado evento, esta tragedia, para hablar de la violencia política en Estados Unidos.

Es un tema que no es nuevo, evidentemente, pero que de un tiempo a esta parte, como veremos en este podcast, está tomando ciertas características el fenómeno de la violencia política en Estados Unidos, que nos hace pensar que está ocurriendo un repunte que nos retrotrae a esas épocas pasadas, en los años 60, en los años 70, con varios asesinatos políticos de alto nivel.

Y eso es algo que creemos que merece la pena analizar y hablar un poquito con calma durante esta próxima hora.

No sé, ¿qué te parece, Iván? Pues sí, me parece muy bien, Dani, y muy pertinente, y sobre todo también para dar un poco de contexto a todos nuestros oyentes, aunque como bien dijimos al principio del podcast, pues todos ya habéis estado a la orden del día, pero como sabéis, la noche del 11 de septiembre en Utah, pues efectivamente un disparo, digamos que estremeció a miles de asistentes que escuchaban a Charlie Kirk, que es el fundador de Turning Point USA, y que era uno de los portavoces, no podemos decir, más influyentes del movimiento más conservador juvenil en Estados Unidos.

En cuestión de segundos, pues este acto de violencia transformó lo que debía haber sido efectivamente un evento político en una tragedia de carácter nacional.

El sospechoso que veíamos como un joven de apenas 22 años llamado Tyler Robison, pues había sido detenido tras un operativo policial que había durado más de 24 horas, pero efectivamente la conmoción dejó cicatrices más profundas en una sociedad estadounidense cada vez más fragmentada.

Bien es cierto que Kirk no era un político electo, pero sí que su figura estaba cargada de cierto simbolismo, porque para sus seguidores era un referente de patriotismo, de fe cristiana, muy aliado de Donald Trump, y para sus detractores era un operador, digamos, que alimentaba la polarización con discursos incendiarios.

Días antes, también en Charlotte, en Carolina del Norte, también otra tragedia había estremecido a la opinión pública, donde Irina Sarutska, una joven refugiada ucraniana que había huido de la guerra en su país buscando seguridad en Estados Unidos, había sido asesinada a apuñaladas en un tren suburbano.

Y su atacante, un hombre con un historial de violencia y problemas de salud mental, volvía a poner sobre la mesa el debate sobre el crimen urbano, los fallos del sistema judicial y también la incapacidad del país para atender la salud mental de sus ciudadanos.

Y al final, estos dos sucesos, el asesinato de un activista político conservador y el homicidio de una refugiada que había escapado del conflicto armado para hallar la muerte en suelo esfadurinense, pueden parecer desconectados, pero en realidad están unidos por un mismo hilo, que es que la violencia, que se ha vuelto parte del pasaje cotidiano de la vida pública en Estados Unidos, una violencia que no solo golpea a víctimas individuales, sino que se proyecta como un sistema de una nación fracturada, ¿no? Lo que una ambos casos también es esta propia violencia.

Y la pregunta es, ¿hacia dónde puede producir esta espiral? Porque muchos expertos...