🔴 AL CIELO - Programa especial #100 - 26 febrero | Entrevista y homenaje al periodista, Paco Robles

Mi experiencia fue con el Cristo.

Yo llevaba dormido desde el 21 de marzo del año 2020.

Fue cuando me sentí mal.

Me dio tiempo a que Lola, mi mujer, pudiera llamar a la Residencia Virgen de Rocío.

Entonces, todo se apagó para mí.

En medio de ese apagón, se me apareció el Cristo.

El Cristo aquí, aquí y yo aquí.

El Cristo a la izquierda y yo a la derecha.

El Cristo era, bueno, es un tío guapísimo.

Va vestido con una túnica blanca y un mantolín rojo.

Entonces, cuando lo vi, le dije, señor, llámame contigo porque ya no hay nada que hacer.

Porque yo estoy muy mal, muy mal.

Y ya, ya no hay nada que hacer.

Entonces, el Cristo me miró fijamente y me dijo, tú tranquilo, tranquilo, porque si no te ha llegado tu hora, es que todavía no estás preparado.

Yo me quedé así, pasó el tiempo, pasaron dos o tres días y me volví a dirigir a Él.

Y se lo dije ya claramente.

Digo, señor, no hay nada que hacer.

Llévame contigo, hazme ese favor.

Pero sé bueno, sé bueno y contigo ya está todo perdido.

Entonces, Él me dijo, con el mosqueo, con el mosqueo, y me dice, ¿yo qué te he dicho a ti? Que tú te esperes, que te esperes.

Tú estás bien.

Lo que pasa es que la enfermedad ha hecho contigo lo que ha querido, pero tú vas a salir de esta.

Entonces, espérate y confía, ¿entendido? Y yo, yo esperé.

Entonces, mi mujer se puso ya una tarde, se fue hacia el médico y dijo, hagan ustedes algo, porque este hombre a mí ya no tiene nada.

Le cojo la mano y, como se la cojo, la dejo.