😳 Llevas años cargando con una culpa que no es tuya (y así se suelta) Cap 444

Los Ángeles, año 2049. En la intersección de emociones y tecnología, los replicantes caminan entre nosotros, desdibujando las fronteras de la humanidad. Mientras los Blade Runners patrullan las calles, surge La Teoría de la Mente, un podcast que profundiza en la salud mental y la gestión de emociones.

En un mundo de acero y silicio, descubrir la esencia de lo que nos hace humanos, nunca ha sido tan esencial.

Y bienvenidos a un programa más aquí de La Teoría de la Mente. Ya sabéis, nosotros somos miembros de Amada. www.amada.com y también podéis encontrarnos en la teoría de la mente punto com. Si queréis contactar con nosotros podéis hacerlo en el 9 1 1 1 9 8 1 5 7 9 1 1 1 9 8 1 5 7 o también escribirnos a info arroba a madag punto com.

Y no os olvidéis, tenemos una app que se llama La Teoría de la Mente que podéis descargar tanto en iOS como en Android. Es absolutamente gratuita y vais a poder tener acceso a todos los contenidos del programa. Pero no solamente eso, también tenéis acceso a vídeos, tenéis acceso también a programas de mindfulness. Bueno, un montón de cosas. La verdad es que no es porque la hayamos hecho nosotros, pero las recomendamos encarecidamente.

La culpa, la vergüenza, son dos emociones que siempre están girando alrededor de nosotros y a veces una mala gestión de ellas no nos permiten tener una vida plena. De esto es lo que vamos a tratar hoy. No de que desaparezcan, sino que entendemos o que entendamos su función. Espero que os guste esta charla, esta conversación con Cristina Luna y un servidor que esperemos, como os he dicho, nos aclare algunas cosas. Cuidaros mucho. Bueno, pues queridos y queridas, una cosa que tenemos que ver es que es muy difícil definir la verdad, la vergüenza.

Más que nada porque la vergüenza es un sentimiento donde yo creo que nadie quiere quedarse. Encontramos, por lo menos esa es mi sensación, sentimientos donde somos más permisivos, que nos fastidian, podemos estar enfadados, pero bueno, podemos tenerlo y sin embargo parece que debemos pasar por la vergüenza un poco así como de puntillas, como sin hacer ruido y además parece que es un sentimiento muy penalizado por la persona que lo padece.

Y hoy pues vamos a hablar de la vergüenza. Cris, ¿qué te parece y cómo estás? Pues muy bien. Aquí estamos de lunes, lo mejor que se puede estar los lunes, que es el día peor de la semana, estarás de acuerdo conmigo. Y entonces pues vamos a aprovechar y vamos a hablar un poquito de este sentimiento, como tú has descrito, que nos salpica a todos, que todos lo hemos atravesado, lo atravesamos y lo atravesaremos y vamos a darle un poquito de forma a esta palabra, vergüenza. Hombre, para mí la vergüenza, la vergüenza en lo primero, resolver el asunto de los lunes.

Los lunes no es para mí el día peor de la semana. Yo ya me he programado. Hostia, pues yo el día que más curro es el viernes, fíjate, porque nuestro curro tiene esas cosas. Y yo ya me he procurado que los lunes por la mañana se han fedido de otra manera. Además, mira, te veo a ti los lunes por la mañana, hago mis cosas. Entonces ya está, es un buen día, está fenomenal. Vamos a hablar entonces de este debate hecho ya sobre los lunes, pues sobre la vergüenza. Y que yo creo que, además, que creo que es una emoción que nos gusta mucho a ti y a mí, porque es una emoción compleja.

Es muy compleja. Vamos a entender que experimentamos normalmente esa sensación cuando sentimos que hemos fallado. Hay un sentimiento yo creo que de fallo, porque no hemos alcanzado un ideal social o personal. Y es una respuesta que además vincula, o creo que está muy vinculada, y ahora me dices tú, con nuestra identidad. Es algo que tiene que ver, luego lo hablaremos, pero mientras que la culpa, que es otra emoción, pues creo que es una emoción que nos gusta mucho a ti y a mí.