#130. Miriam Collado: de Directora de Marketing a vivir de su PROPÓSITO

Yo reivindico desde aquí el poder del marketing.

O sea, la importancia.

El marketing es tremendo, es precioso, pero es súper complicado.

Yo amo tanto la inversión y el marketing porque son las dos áreas que me he encontrado en la vida en que es súper meritocrático.

El dinero, el poder, la fama...

La libertad.

Pues es que eso son consecuencias de un trabajo bien hecho, no un fin.

Si tú eres capaz de aportar mucho valor al mundo, el mundo te lo va a recompensar con dinero o con fama o con poder.

Claro.

Porque es así.

El trabajo viene de esclavitud, de esclavo.

Cuando yo creo que ya trabajas entre comillas en lo tuyo es que ya no es trabajo, es pura pasión, es puro propósito, ¿no? No es lo mismo ganar un millón de euros con una libertad total, con un sistema semi-automatizado, que ganar un millón, en los costes fijos se te comen el 80%.

Y aparte no tienes nada de tiempo libre.

¿Y qué tipo de negocio quieres tener? Claro, ¿qué valores tiene? Pienso que nos han vendido.

Que teníamos que tener una carrera y que la carrera nos iba a traer una calidad de vida.

Garantizada, por así decirlo.

Exacto.

Ahora lo normal es que el sueldo sea bajo para las personas que aunque tengan un título universitario...

Sí, es oferta y demanda, es mercado.

Hay habilidades que son las que realmente dan dinero, que no tiene que ver con los estudios universitarios.

Cuando yo llegué a Londres me encontré con chavales que tenían 20, 23, 25 años, más pequeños que yo, que estaban haciendo lo mismo que yo hacía en un año y ellos lo hacían en un mes.

Y ellos se sentían pequeños porque sus expectativas eran estar a lo mejor en 200.000 al mes, 500.000 al mes, o sea...

No sé si se está prostituyendo demasiado un poco el concepto de marca personal.

¿Cuál es tu opinión? Eso es el ingrediente que mejor me ha funcionado en mi vida para cualquier cosa.

Tener fe en mí, en mi conocimiento y en los pasos que voy dando y atreverte.

¡Qué bonito! Hola, bienvenidos y bienvenidas a Píldoras del Conocimiento.

Yo soy como siempre Fernando y estamos en el episodio número 130.

Estamos grabando nuevamente aquí en mi casa, en Presencial, con una invitada que es la segunda vez que aparece por el podcast.

Nos quedamos con ganas de continuar aquellas conversaciones.

Miriam Collado, hola Miriam.

¿Cómo estás? Muy bien, esto ya es como mi casa.

Bueno, antes de empezar a grabar ya siempre nos gusta tomarnos un café y comentar cosas.

¿Qué vamos a hablar en este episodio? Vamos a hablar un poco de marketing.

Marketing, psicología, un poco de ir a la raíz de las cosas.

No quedarnos en la superficie.

Yo creo que vamos a tratar de que sea una conversación informal debatiendo de cosas, nuestras opiniones, también un poquito con informaciones sobre marketing, neuromarketing, emprendimiento, negocios...

Y quiero arrancar, para empezar.

¿Qué le ha pasado a Miriam desde la última vez que estuvo en el podcast? Que no hace tanto, hace medio año.

Actualmente, ¿cómo la has vivido? Ha sido un año...

Bueno, un año.

Ha sido un medio año muy fuerte.

La verdad es que hay algo que me está pasando desde que empecé a emprender.

Ahora sí, desde que lo dejé en mi último empleo.

Y me está pasando que recuerdo todas las cosas que me ocurren de una manera muy nítida.

Cada mes me recuerda a una ciudad, a una experiencia, a un momento vital.

Esto es una cosa que no me ha pasado nunca.

Y desde que empecé a emprender estoy viviendo muy plenamente.

Porque si no, no lo recordaría tanto.

Así que, plenamente para...

Intensamente, diría.

Mira, y comentando este tema de ese gran cambio que hiciste, ¿tú recuerdas el momento en el que decidiste ya no hay marcha atrás? ¿A partir de aquí mi vida va a ser diferente? ¿Lo recuerdas? Seguramente tú estés pensando, cuando me haces esta pregunta, que empezó en un momento negativo este breakdown.

Para mí no empezó en un momento negativo.

Empezó cuando empecé a ganar dinero, que dije, vale, ya esto sí que...

Esto es otra cosa.

Y a partir de aquí no voy a querer perderlo nunca.

Eso sí.

Pero no fue una situación negativa de donde empezó todo.

Sino una situación positiva.

Y querer mantenerla por agradecimiento.

Yo creo que hay una cosa que tenemos en común ambos.

Una puede ser la obsesión, la pasión, la curiosidad...

Pero yo creo que es el amor por la libertad.

Y ese amor por la libertad, cuando empiezas a ver que algo es factible y que te da libertad, que es como un estado mejor a todo lo anterior que conocías, dices, no, no, es que esto no lo quiero volver a perder nunca.

Tienes el control un poco de tu vida.

Exactamente.

Yo no conocí tanto la libertad.

Bueno, piensa que yo empecé a teletrabajar a partir del año 2020.

Entonces casi toda mi trayectoria profesional ha sido online.

Porque para mí el teletrabajo siempre ha sido innegociable.

Ha sido una cosa que por defecto debía estar en cualquier proyecto en el que estuviese.

Pero entendí que era la libertad de otra forma cuando empecé a emprender.

Y no quiero decir...

Y digo de otra forma.

No quiero decir totalmente libre, porque cuando tú emprendes también tienes una responsabilidad.

Porque si no tienes unos horarios, si no tienes una rutina que mueva las agujas de tu negocio, al final tampoco es que sea una cosa...

No es que estés de vacaciones.

Entonces...