#137 Alien: Homenaje al horror entre las estrellas (Final)

¡Bienvenidos a todos, viajeros del Inmaterium! Esto es la Torre del Cuervo, vuestro podcast de fantasía, ciencia ficción y terror más Grimnard.

Os habla el Corinthian, maestro de ceremonias en esta travesía.

Hoy no os traemos un programa más, hoy cerramos un ciclo.

Y lo hacemos como siempre, juntos.

Porque ya sabéis que la Torre del Cuervo no es solamente un podcast, es una comunidad, una hermandad forjada en la oscuridad del Grimnard.

Llevamos años levantando esta torre piedra a piedra, voz a voz, programa tras programa.

Empezamos con Warhammer, sí.

Ese universo podrido que nos enseñó a amar la ruina y la épica, a disfrutar del sonido estruendoso de sus cañones y el peso de historias imposibles.

Pero muy pronto comprendimos que el Grimnard está en todas partes.

Que no se limita a un juego o un trasfondo.

Que está presente en Dune, en Alien, en los relatos de Lovecraft, en la tradición Pulp, en el cómic británico de los 80.

Todo se conecta en esta torre multiplenar.

Y si este proyecto sigue en pie, es gracias sobre todo a vosotros, a quienes nos escucháis.

Gracias por compartir y por darnos el aliento en cada comentario.

Y queremos agradecer muy especialmente a nuestros mencionas de Evox, ya que vosotros sois el cimiento que sostiene esta torre.

Recordad, todos y todas, que cada mes, junto a nuestros amigos de Multiverse War, sorteamos más de 200 euros en juegos de mesa, miniaturas y novelas, como una manera de devolveros algo de lo mucho que nos dais.

También os quiero invitar a entrar en nuestro canal de Telegram, que ya cuenta con más de 200 almas errantes.

Un refugio en el que hablamos de Warhammer, de nuestros proyectos futuros, de nuestras pasiones.

Un lugar donde se forjan tertulias grindar hasta altas horas de la noche.

Donde se cruzan las risas, las conspiraciones y los planes de futuro.

Ese canal es la prolongación natural de la torre, un espacio para compartir todo lo que nos une.

Y este ciclo ha sido muy especial para nosotros, porque nos hemos lanzado de lleno a las ficciones sonoras.

Construimos mundos en audio, levantamos atmósferas, damos voz a las sombras y alienas.

Ha sido nuestro mayor desafío hasta ahora.

Y queremos que nos digáis qué os ha parecido.

Que nos contéis si estas ficciones os envuelven, os atrapan, si queréis que sigamos este camino, si deseáis más viajes sonoros por otros universos, nos lo decís.

Y qué decir de Alien, una saga que no necesita presentación, una historia que, como bien sabéis, nació en 1979 y cambió la forma en que entendemos la ciencia ficción y el terror.

Una criatura que sigue viva en nuestra memoria, en los cómics, en los videojuegos y en las novelas.

Y hoy más que nunca, con la emoción de ver en el horizonte una nueva serie que promete traer de vuelta a esa atmósfera sofocante que nos marcó para siempre.

Pero no podemos olvidar a quienes sostuvieron estas historias en papel, y muchas veces fueron relegados al olvido.

Hablo de los guionistas, de los escritores denostados, que dieron forma al mito y cada vez recibieron su crédito.

Y aquí brilla un nombre a Landin Foster.

El hombre que escribió la novelización de Alien, el que escribió Splinter the Making-A, la primera novela oficial de Star Wars, encargada por George Lucas, y a quien ni siquiera pusieron los créditos.

Novelizó The Thing, o sea, La Cosa, Alien, segunda parte de Alien, Star Trek y tantas otras historias que hoy siguen latiendo en nuestra memoria.

Un obrero de la palabra que la industria devoró sin reconocer como debía.

Hoy, al cerrar este ciclo, queremos reivindicar su figura, a Landin Foster.

Porque sin Foster, sin escritores como él, estas ficciones no habrían llegado a nosotros con la fuerza con la que lo hicieron.

Y llegamos así al final de este viaje.

El último capítulo de nuestra ficción sonora.

Alien, el octavo pasajero.

Un clímax que nos devuelve al origen del miedo, a la esencia del grimdark espacial.

Pero este no es un adiós.

La Torre del Cuervo nos cierra aquí.

Volveremos con otros mundos, otras sagas, otras ficciones sonoras.

Y si queréis más, si lo pedís bien fuerte, si nos acompañáis a los comentarios y hacéis que exploten, volveremos con Alien.

Porque esta torre no pertenece a nadie salvo a quienes la habitamos.

No servimos a la nostalgia, sino al grimdark, a la herida que conecta todas las historias.

Y mientras haya oyentes dispuestos a caminar con nosotros, mientras haya voces en la oscuridad, la Torre del Cuervo seguirá encendida.

Bienvenidos, pues, al último capítulo de esta travesía.

La noche sigue.