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#14 🦇LA MALDICIÓN DE LOS VON CARSTEIN🦇 - Purga| Warhammer Fantasy [Sistema Black Sword Hack]

Description of #14 🦇LA MALDICIÓN DE LOS VON CARSTEIN🦇 - Purga| Warhammer Fantasy [Sistema Black Sword Hack]
En las tierras malditas de Sylvania, el equilibrio entre la vida y la muerte se tambalea peligrosamente. Manfred Von Carstein, el pérfido vampiro que acecha en la sombra, ha asestado un golpe mortal al Imperio, atacando la fortaleza de Heldenhame y robando un objeto de inmenso poder. Con la desaparición del Gran Teogonista Volkmar tras las fronteras de Sylvania, las esperanzas de una ofensiva parecen desvanecerse.
Sin embargo, un rayo de luz emerge en la oscuridad. Un grupo de valientes, ya sea por lealtad al Imperio o por razones más personales, responde a la llamada para adentrarse en las tenebrosas tierras de Sylvania. Su misión es clara: descubrir los planes de Manfred, localizar el objeto robado y, si la fortuna está de su lado, traer de vuelta a Volkmar.
Las puertas de la devastada Heldenhame se abren ante ellos. En un mundo donde la muerte camina entre los vivos y el destino del Imperio pende de un hilo, estos héroes deberán enfrentarse a terrores inimaginables para salvar lo que queda de la civilización.
¿Tendrán el valor de desafiar a la noche eterna y sobrevivir al abrazo de la muerte?
Descúbrelo a su lado en "LA MALDICIÓN DE LOS VON CARSTEIN", una campaña adaptada para WARHAMMER FANTASY de la aclamada "LA MALDICIÓN DE STRADH para Dungeons & Dragons.
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Bueno, pues con este sonido de fondo en el que oímos tañir alguna campaña, quizás ni siquiera de esta iglesia de Sigmar, quizás de ese pueblo, de ese castillo de Tempelhof al que al menos Luther pensaba que os acabaríais dirigiendo y es posible que lo hagáis, vamos a despertar, nos vamos a alejar de esa taberna, de esa carta y esa imagen, de esa túnica negra, ese cabello cobrizo que hemos visto durante segundos como entre la niebla también, algo ya muy típico aquí, y nos vamos a mover rápidamente pasando por ese centro del pueblo donde estaba ese buhonero al lado de la fuente, vemos cómo se levanta rápidamente de su asiento y agarrando a ese burro, ese asno que tenía, sale corriendo hacia donde vienen esos gritos, hacia donde está todo el barullo ahora mismo de la gente del pueblo, la gente que estaba en la taberna, la poca gente que estaba en la taberna hace lo propio, vemos también a esa plañidera, la conocida como Mar y la Loca, acercándose, intentando consolar de alguna forma a esa mujer que dice haber perdido a su hijo ahora mismo, en cuestión de segundos, pero vamos a seguir avanzando rápidamente al lado opuesto del pueblo donde se está produciendo esto, vamos a entrar por esas dos puertas de madera entreabiertas, vamos a recorrer toda esa estancia que antaño fue una de las grandes iglesias de Sigmar aquí en Silvania, vamos a esquivar ese altar, dirigiéndonos a su izquierda a esa puerta de madera que ya habíais abierto, asomándoos a la sacristía, mientras que el padre Malco nos acompañaba y ahí estabais observando las pocas pertenencias que tiene este sacerdote en esa pequeña habitación y la siguiente puerta que supuestamente es la que da al sótano, cuando oís esos gritos desde fuera, no podéis ver qué está pasando, simplemente oís los gritos, vuestra escena, padre qué sucede ahí fuera, como dices hijo, fuera dónde, los gritos, gritos, no he oído nada, estoy un poco sordo, sabes, y ves que se mete un dedo en el oído y empieza a sacudirlo, gritos, miro a mis compañeros como intentando confirmar que ellos también lo escuchan, yo voy a mirar a las paredes, voy a buscar algún ventanuco, alguna ventana, intentando, para intentar trepar y asomarme y ver qué demonios pasa fuera y le voy a confirmar si algo está pasando fuera, sin problema Jasper podrías ver, quizás a lo mejor no por completo toda la escena, pero subiéndote a lo mejor a alguno de esos bancos, sosteniéndote en el respaldo, sí que podrías ver por esos huecos donde antes había vidrieras, que hay un gran revuelo al otro lado de la plaza del pueblo. Pues imagino eso, apoyándome, pidiéndole ayuda a Rodrigo, ayúdame y me alzo, poniendo el banco y me asomo, que veo en la plaza un rojo. Ves, hombres, ves, mujeres, hay un gran círculo que tapa prácticamente toda tu visión, pero entre movimientos de unos y de otros y con la buena vista que tú tienes