Description of 14 de septiembre de 2025
Evangelio y reflexión del domingo 14 de septiembre de 2025 por el P. Pedro Brassesco
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Hoy, 14 de septiembre, celebramos la fiesta de la exaltación de la cruz.
Por eso, escuchamos en el Evangelio que Jesús dijo a Nicodemo, Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre que está en el cielo.
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan vida eterna.
Sí, Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.
En este tiempo que usamos tantos emojis para comunicarnos, estamos acostumbrados a decirnos cosas a través de imágenes.
Un corazón nos dice que nos gusta, una mano con el pulgar para arriba nos dice que está de acuerdo, las manitos juntas expresan cercanía y oración.
Una cruz también nos puede decir muchas cosas.
Es símbolo de la fe cristiana, pero también nos señala un lugar religioso, o el lugar donde alguien perdió la vida, o donde está sepultado.
Pero en esta fiesta, y a la luz del Evangelio, lo que nos quiere decir es que Dios te ama, Jesús murió por ti para salvarte, Él vino para que tengas vida eterna.
La fiesta de la exaltación de la cruz nos recuerda que el Hijo de Dios fue elevado en una cruz para que poniendo nuestra mirada en Él, es decir, nuestra confianza en Él, seamos sanados del veneno del maligno que va secando nuestra vida.
Cada vez que te hagas la señal de la cruz, cada vez que te pongas una cruz, o cada vez que veas una cruz, acuérdate del amor de Dios y de que tu vida vale mucho, tanto que Jesús ya sufrió por ti, ha muerto por ti y ha resucitado por ti.
Tan humilde, hombre, tú te hiciste traicionado y rechazado.
Siendo Dios, tomaste mi lugar, cargaste en tus hombros mis heridas y pecados.
Fue por mí que creaste para darme vida.
Contemplar Y recemos juntos esta oración.
Señor, te adoramos y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
Amén.
Y que la bendición de Dios Todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, los acompañe siempre.
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