15-09-25 En Tenemos la Palabra. Entrevista a Rafael Prieto

Cada vez que podemos conversar con Rafael Prieto, periodista, director de la revista digital, y ahora revista que siempre recomiendo, hoy no va a ser la excepción, y tiene la gentileza, Rafael, de compartirme los contenidos, la agenda de contenidos de cada número.

En esta edición 87, Rafael publicó una nota titulada cuando el poder se esfuma.

Entonces, yo traduje periodísticamente como para que entendamos de qué estamos hablando, si hiciera falta alguna aclaración, por qué el poder de mi ley se esfumó.

Y una pregunta que antecede a esta sería, ¿se esfumó realmente? ¿Hasta qué punto? Hola, ¿qué tal, Rafael? Buen día.

Hola, Clara, buen día. ¿Cómo estás? Un saludo para vos y para la audiencia.

Un gusto, Rafael.

Sí, es una pena que no conversemos más seguido, pero, viste, vos sabés, porque sos periodista, y entonces lo sufrís igual que yo y que todos los demás, está la vertiginosidad de información cotidiana, que nos está, como decíamos en las viejas redacciones, nos tapa la batea, eso es.

Así es.

Rafael, para que aprovechemos al máximo, queremos escucharte.

¿Cómo cambió y por qué la relación de la comilla sociedad, que respaldaba a mi ley, cómo ves ese proceso y cómo está hoy? Bueno, precisamente cuando hablamos, mencionás, entre comillas, a la sociedad, creo que se refiere a la parte del electorado y de la ciudadanía que había asumido una posición de apoyo a la figura de mi ley.

Como bien sabés, ahí siempre hay núcleos duros, es decir, grupos de ciudadanos y de votantes que a pesar de todo lo que sucedió y lo que viene sucediendo con mi ley y su gobierno, siguen inmersos en esa relación de identidad casi fanática respecto de la figura del presidente, y después hay todo otro conjunto de electores y de ciudadanos que habían canalizado su voto a mi ley sobre la base del rechazo que le generaba la dirigencia política sometida a procesos de estigmatización muy fuertes, como todos sabemos.

Esa franja de la sociedad no lo había votado a mi ley por una identidad ideológica, por participar ideológicamente de lo que significa el programa libertario, tan agresivo.

Yo escuchaba recién el interesante diálogo que tuviste con Roberto Vargas, sobre todo en el escenario internacional, y hay una derecha, que también existe en la Argentina, que se identifica explícitamente con estos programas de desarticulación de los derechos, de agresión a las minorías, de un sesgo claramente autoritario.

Pero hubo una parte del electorado de mi ley que lo votó creyendo que efectivamente mi ley representaba una superación, una solución a los problemas preexistentes.

Esa franja del electorado, por distintos factores, hoy se expresó yendo o no yendo a votar, o se expresó abiertamente a través de un voto negativo hacia mi ley, arrojando el resultado del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires.

Las causas son múltiples.

Yo diría, para un poco esquematizar el análisis, tiene que ver, en principio, con la acumulación de una cantidad de condiciones vinculadas a los efectos de la política económica de mi ley y su política social.

Además, digamos, de no cumplir la promesa de que la Argentina comenzara un proceso de recuperación del empleo, de la actividad productiva, etcétera, llevó al país a una situación exactamente opuesta, y vos lo venés describiendo en tu punto de vista.