16-05-2025 Eres muy rico - 10 Minutos con Jesús

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes.

Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía inmaculada, San José mi padre y Señor, ángel de mi guarda, intercede por mí.

Querer llamar la atención es a menudo una señal de inmadurez o al menos suele manifestar ciertas carencias personales. Pero también ocurre que sin querer llamar la atención pues no acabe convirtiéndose en el centro de miradas y de conversaciones. Y es lo que les pasaba con frecuencia a los primeros cristianos.

Es lo que les pasaba pues cuando seguramente sin querer llamar la atención ni destacar, sin embargo pues causaban sorpresa, estupor, admiración o rabia con las cosas que hacían. En la segunda carta de los corintios que aparece en la misa de hoy el bueno de San Pablo describe ese contraste entre el modo de proceder de los cristianos y el ambiente de la ciudad de Corinto.

Para situarnos un poco pues Corinto fue conocida desde la antigüedad por su mala reputación. Una frase muy común entre los griegos era el uso del verbo corintiazo que significaba actuar como un corintio. En referencia pues a esa depravada condición moral de sus pobladores que el mismo San Pablo describe en otra de las cartas. Bueno pues en ese ambiente sórdido la vida según el evangelio pues producía un fuerte contraste como no puede ser menos. Y San Pablo invita a los cristianos a no tener miedo a vivir conforme a ti señor.

Vivimos dice San Pablo como impostores que dicen la verdad, como desconocidos siendo conocidos de sobra, como moribundos llenos de vida, sentenciados nunca justiciados, como afligidos pero siempre alegres, como pobres pero que enriquecen a muchos, como necesitados pero poseyéndolo todo.

Bueno pues estas dos últimas frases como pobres pero que enriquecen a muchos y como quien nada tiene pero lo posee todo pues me han traído a la cabeza al venerable cardenal Francisco Bantuán. Este hombre de dios que fue encarcelado por su fe por el régimen comunista de Vietnam que pasó 13 años de prisión en unas condiciones durísimas y que se encontraba verdaderamente sin nada aislado pobre y necesitado. De hecho los guardias que le custodiaban tenían la consigna de ni hablarle o de responderle sólo con monosílabos. Y esto pues era bastante triste para él.

Cuenta este cardenal en su libro cinco panes y dos peces que es un libro cortito pero muy muy bonito que te recomiendo decía yo quería ser amable con ellos pero era imposible evitaban hablar conmigo y eso le dolía mucho a este hombre quería acercarse a estas personas que debo hacer se preguntaba y le preguntaba a dios en su oración y una noche cuenta notó que que dios le sugería le sugirió un pensamiento Francisco tú todavía eres muy rico tú tienes el amor de cristo en tu corazón ámalos como jesús te ama bueno pues ese pensamiento esa inspiración de dios cambió completamente su actitud en aquella cárcel darse cuenta de que a pesar de sus condiciones materiales tenía la gran riqueza del amor de dios en su corazón le hizo cambiar totalmente de actitud esas palabras interiores de su oración fueron como un eco maravilloso de esas palabras de san pablo como necesitados como quien no tiene nada pero pues a yéndolo todo como pobres pero enriqueciendo a muchos y así fue así fue esa riqueza que el cardenal descubrió en su corazón comenzó a enriquecer a los que tenía alrededor a sus poco comunicativos guardianes pasó de la tristeza y el desánimo a vivir de la esperanza a abrazar su misión evangelizadora a vivir como quien tiene mucho y tiene que compartirlo a vivir según esa riqueza que sólo tú jesús y él conocían así lo cuenta él a la mañana siguiente empecé a amarlos a amar a jesús en ellos sonriendo intercambiando palabras amables entonces empecé a hablarles de mis viajes al extranjero de cómo viven en los países como eeuu canadá japón filipinas singapur francia alemania había dado la vuelta al mundo este hombre les hablé sobre la economía la libertad