16-E.L.A- La brújula de la ética natural

Vuelve a reunirte con la gente, donde sea que estés Y admite que las aguas alrededor de ti han crecido Y acepta que pronto estarás aburrido Si tu tiempo es valioso para ti Empezarás a nadar o a caer como una lluvia Para los tiempos que están cambiando Escritores y críticos que privacizan con su pincel Y guarda los ojos abiertos, la oportunidad no volverá Y no hables demasiado pronto, porque la rueda sigue girando Y no hay quien diga quién la está nombrando Porque el perdedor ahora...

Para los tiempos que están cambiando Escritores y críticos que privacizan con su pincel Y guarda los ojos abiertos, la oportunidad no volverá Y no hables demasiado pronto, porque la rueda sigue girando Y no hables demasiado pronto, porque la rueda sigue girando lo vas cuidando poco a poco, también tienes suerte, que no venga una plaga de algo y te lo estropee todo. Si se dan una serie de condiciones, pues puede que plantes esa semilla y recojas cosas.

En definitiva, el principio trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti, o regla de oro de la convivencia, en un plano más o menos ético. Tiene muchísimas aristas que analizar. Trata de tratamiento, haz un tratamiento en tu, como profesional sanitario, más o menos parecido, si tienes la ocasión, al que te gustaría recibir a ti, si estuvieses tú en el lado opuesto.

Claro, en ocasiones, aquí vamos un día a una consulta y es que yo trato bien a la gente en mi consulta, pero luego veo otras consultas y no me tratan bien a mí. Es que una cosa no tiene que ver con la otra. Tú tratas a los demás como te gustaría que te tratasen a ti, es asunto tuyo. En el principio de reciprocidad, bueno, es un poco diferente. ¿Por qué? Porque yo trato a los demás como me gustaría que me tratasen a mí y no admito que los demás me traten a mí mal. Es decir, exijo de la vida una determinada reciprocidad.

En las relaciones de pareja es donde esto se puede ver muy bien. Yo tengo una relación de pareja afectiva y conozco a alguien y yo le trato de una determinada manera. Si el otro comienza a tratarme de una manera que no se adecua más o menos al modo en que a mí me gusta que me traten, rompo esa relación y se acabó. ¿Por qué? Porque está violando el principio de reciprocidad. Yo te estoy dando a ti cinco monedas y a cambio tú no pones ni dos ni tres sino que me exiges más y si puedes me robas. Claro, entonces esto no responde al principio de reciprocidad.