1685. La calidad de tu comunicación

Buenos dias Gracias Alvaro apenas te escuche comence a traer a mi mente ,mis compeñaros de trabajo especialmente lis mayores que siempre me rematan los enfrentamientos(por que no han sido dialogos) con "Te lo digo por que yo tengo mas de 25 años de experiencia" ..uf y me quedo mas enfurecida.y pensando en el desquite  ,pero al traer a estas personas a mi mente ,me he dado cuenta que yo misma no se como realmente " Discutir" ....Gracias por esta Luz....te envio un gran abrazo!!

¡Hola, Álvaro! ayer me puse de nuevo al día con tus audios, así que al de hoy le he podido dar tres escuchas 😋 y asimilarlo mejor. La verdad es que encanta escucharlos varias veces porque tus audios pueden parecer sencillos y simples, y en cierto modo lo son, ¡pero tienen mucha chicha! 😁 Cuan cierto es lo rápido que podemos engancharnos a la ira del otro, por sutil que sea. Gracias por volvernos a recordar mirar detrás  del matorral 🙏🏼 y dar un paso atrás  Y sí, si lo conseguimos y lo mantenemos presente hasta puede ser divertido 😊 ¡Gracias, amigo!.

Buenos días, Álvaro. Aunque no venga exactamente a cuento del tema de hoy, me gustaría compartir aquí una frase de H.D. Thoreau, que da inicio a su célebre ensayo Walden. Siempre me recuerda mucho a lo que tú sueles comentar. Y yo me siento muy identificado con ella (a veces, incluso, excesivamente, hasta el punto de obsesionarme con pensar si estoy “perdiendo el tiempo”, dormido, y si algún día me arrepentiré por ello). Dice así: «Fui a los bosques porque deseaba vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida… para no darme cuenta, en el momento de morir, de que no había vivido.»

Es cierto, apenas hay calidad de diálogo en la sociedad, en parte creo que es porque no la vemos allí donde miremos. Al final tendemos a repetir patrones que vemos en la familia, trabajo, televisión... y asociamos actuar así, a estar en lo que hacen todos. Y parece mentira que haya que decirlo, pero porque veas que tus padres actúan de tal manera, porque veas que en la parada del autobús hablan con vehemencia de ese tema, o veas en redes sociales que es muy importante tal cosa... no tiene por qué ser verdad!!! No hay que hacer ni actuar como la mayoría porque si!!! Es como lo que nos decían nuestras madres "y si ves que los demás se tiran por el balcón, tú también te tiras??", pero llevado a la práctica jejeje Gracias por el audio hermano Álvaro, me ha gustado mucho el audio!! Un abrazo grande!!!

Una cosa que me acaba de venir a la cabeza según he enviado mi mensaje: creo que fue Pablo D’Ors quien habló una vez del concepto de “la banalidad de las palabras” y lo explicaba diciendo que él, últimamente cuando iba a reuniones, casi no hablaba y solo escuchaba a los demás, porque se había dado cuenta de que muchas veces cuando lo hacía, cuando hablaba, el contenido de lo que decía no aportaba nada, simplemente eran comentarios para hacerse notar y mostrar a los demás que él sabía mucho, pero realmente no ayudaban en nada al objetivo común que se estaba buscando.

Es decir, que un porcentaje alto de lo que hablamos es solo para reafirmarnos a nosotros mismos y demostrar hacia fuera.

Me enganchó esa idea y reflexioné sobre ella. Creo que puede tener relación con lo que has comentado en este audio.

Buenos días.

Lamentablemente el nivel tan bajo o inexistente de comunicación que comentas creo que está muy extendido actualmente. En el día a día son innumerables las veces que, si estás atento, te encuentras en situaciones similares a la que has descrito.

Parece como si todo el mundo tuviera la necesidad de defender su opinión porque la vida le fuera en ello, plantean la conversación como una lucha sin cuartel y solo esperan que les des la razón en el asunto que sea, sin más. Da igual el tema del que se esté hablando.

Muchas personas, las que suelen actuar así, no escuchan. Me gusta mucho un concepto que leí una vez: escuchar para entender, no para contestar. 

Es decir, escuchar a tu interlocutor con mucha atención y la mente abierta para entender muy bien lo que te quiere transmitir y de ese modo subir el nivel de la comunicación. No tener prisa en contestar. 

Yo muchas veces me encuentro con conversaciones en las que no he acabado de exponer mi idea cuando el interlocutor ya me corta y da su opinión, sin escuchar lo que yo estoy diciendo… La sensación que tengo en ese momento es malísima y se corta todo canal que pudiera llegar a tener en ese momento. Es una pena que pase esto, la verdad.

Hoy estaré atento para tratar de escuchar para entender, sin prisa en contestar, en cada conversación que me surja. A ver qué me encuentro… jejeje.

Muchas gracias y un abrazo, Álvaro !