17.04.2025 - Especial de Semana Santa - Desde el corazón de la Virgen María - Jueves Santo

Banca del Parque Radio presenta Desde el Corazón de la Virgen María Especial de Semana Santa con el Padre Gabriel Riveros Prieto Celebramos el Jueves Santo, día en que la Iglesia reconoce la acción de Dios en unos acontecimientos fundamentales para toda nuestra vida.

La primera, la institución del sacerdocio.

Vemos la institución de la Sagrada Eucaristía.

Contemplamos el mandamiento del amor de Dios y el amor a los hermanos.

Contemplamos el mandamiento de amar.

Vamos a hacerlo desde la perspectiva propia de la Santísima Virgen María.

Esta Madre del Cielo, quien le dio a Dios su Sí en completa libertad para ser la Madre del Señor.

Una realidad incomprensible para muchos porque Dios no era concebido como alguien cercano a los seres humanos.

Si bien, ya desde el Antiguo Testamento, el Señor eligió estar en medio de su pueblo.

Ese es el lugar propio de Dios, estar en medio de su pueblo.

Por eso lo llamamos el Emanuel, el Dios con nosotros.

Y la tienda donde deseó vivir Jesús, Dios mismo, es el vientre de la Santísima Virgen María.

Ella fue formando al sumo sacerdote que nos lo presenta propiamente el texto de los Hebreos.

Una lectura de Jesús a la luz del sacerdocio.

Nos lo va a presentar de tan diversas maneras, aspectos que nos permiten acudir a Jesús, como el que trae el amor de Dios a los seres humanos, pero también el Dios, el Jesús, que escucha el clamor del pueblo y siendo Dios, responde.

Dios nunca se queda sin respuesta al clamor del pueblo.

Busca responder.

Y así Jesús es el que, obedeciendo, entrega su vida para el bien de todos.

Es el Jesús que, para obedecer, aprendió sufriendo a obedecer.

Y por ahí mismo vamos descubriendo el valor del sufrimiento, hacia dónde ha de conducirnos el sufrimiento.

Más tarde, en el mismo texto de los Hebreos, nos invitan a acudir a Jesús, el sumo sacerdote, el que está en el cielo, el que está cerquita del Padre y le puede hablar al oído y elevar al Padre nuestra vida, nuestras esperanzas.

Por eso nos dice acudamos con confianza al trono de Dios, acudamos a Jesús, que estará siempre con nosotros e intercediendo y haciendo obras en favor nuestro.

Interesante que nosotros podamos ver que Dios es bueno y, como lo dijo ya, el único bueno.

Solamente Dios es bueno.

Sabedores de que Dios nunca hace nada malo, no puede hacerlo.

Todo lo que Dios hace, lo hace para el bien de nosotros.

Y ahí veamos entonces este otro acontecimiento del mandamiento del amor.

Jesús ciertamente nos invita a vivir este mandamiento.

La Iglesia lo resume de una manera maravillosa, el reino de Dios.

Todos los seres humanos estamos convocados a vivir el reino de Dios, cuyo estado es la libertad y la única ley que rige en el reino de Dios es el mandamiento del amor.

Así entonces, amar se constituye para el ser humano la esencia propia de su ser, porque eso es Dios.

Dios es amor, nos lo dice el apóstol San Juan.

Y si nosotros estamos llamados o somos imagen y semejanza de Dios, lo propio de nosotros es amar y amar al estilo de Dios.

Esto trae compromisos grandes, porque está no en la dinámica de un mundo que va difundiendo e invitando al ser humano a encerrarse en sí mismo.