172 - Planta cara a los virus en otoño

Hola, bienvenido, bienvenida a Sauna Ibrea. Retomamos de nuevo estos audios que ya sabes que puedes ver en YouTube en formato vídeo con bastante antelación con respecto a este formato de Sauna Ibrea. Voy a ver si consigo sincronizarme un poco mejor próximamente.

Ahora voy a hablar sobre los virus y pronto subiré otro episodio que es sobre la lactoferrina y otro sobre los probióticos. Pero recuerda que si te suscribes a mi canal de YouTube podrás ver ahí todos los contenidos con bastante antelación. Hoy es 30 de septiembre de 2025, mañana 1 de octubre de 2025, miércoles a las 19 horas hora de España Peninsular.

Puedes ver de manera gratuita un webinar que se llama Salud o Ruina y que haré con mi gran amigo Mago Moré. Así que te dejo aquí abajo el enlace en la descripción. Todavía estás a tiempo de apuntarte. Lógicamente si ves esto y escuchas esto antes de mañana miércoles a las 19 horas. Así que bueno, pues como ahora ya hay mucha gente que anda por ahí con el tema de los virus vamos a revisar un poco cómo podemos cuidarnos para minimizar al máximo el posible impacto que tengan sobre nuestro día a día. Un abrazo. Acerco la cápsula a mi nariz e inhalo el polvo blanco. Esto lo puedes leer en la introducción de mi libro Es la microbiota idiota.

Y dirás, ¿una médico internista inhalando polvo blanco y contándolo en un libro? Bueno, si has leído mi libro ya sabrás de qué va, pero si no te voy a explicar lo que es para que no parezca lo que no es. Aquí cuento así. 30 de noviembre de 2018. Explico que estoy en un hotel en Santiago de Compostela, que fuera hace frío y llovizna.

Estoy agotada. Tras un largo día en el hospital he volado a Vigo. Es noche cerrada cuando aterrizamos. Al día siguiente impartiré un curso de varias horas sobre microbiota. Llevo muchos meses estresada con demasiado trabajo y sin dormir lo suficiente. De repente noto la sensación de que estoy a punto de ponerme mala con un catarrazo.

Rebusco una cápsula blanca en mi neceser. La cojo y me miro en el espejo. Abro la cápsula y observo el polvo blanco que lleva dentro. Mañana será un día largo y agotador. Necesito estar con mi máxima capacidad y concentración. Acerco la cápsula a mi nariz e inhalo el polvo blanco. Bueno, la verdad, Alex, esto ni cho sin parecer otra cosa. Bueno, siento cómo entra en mi fosa nasal y me pica. Quiero estornudar pero me contengo. En la cápsula aún queda polvo. Me lo aplico por la otra narina. El resto me lo vacío en la boca y dejo que impregne mi garganta. ¿En qué momento se me ocurrió hacer esto? Madre mía. En fin, acabo de realizar una aplicación tópica de cepas de lactobacilos y bifidobacterias.

Un lactobacilus reuteri, otro fermentum junto a cepas específicas de bifidobacterium lactis y bifidobacterium longo. Como acabo de cenar, tomo un par de cápsulas por boca. Me voy a dormir. Sé que mis pequeños amigos lucharán contra los virus por la noche. Una guerra microscópica tiene lugar en mi mucosa nasal mientras duermo. Al día siguiente no queda rastro de mi catarro y culminó la jornada con éxito. Les cuento a los asistentes la historieta de mi aplicación nasal de bichos ante el asombro general y muchas risas. Bien, esto que es la introducción de mi libro sobre la microbiota es real como la vida misma. Yo llevo muchos años con el tema de la microbiota, los probióticos y hablando sobre cómo utilizarlos.

Y entonces la gente que se ha leído el libro piensa que ya van 25 ediciones, más de 125.000 ejemplares vendidos. La gente me pregunta, oye, ¿y qué probiótico era ese? Bueno, ya lo estoy contando. Lleva un reuteri, lleva un fermentum, lleva dos bifidobacterias. Y claro, es que dicen, ¿y qué hay que hacer cuando me va a entrar un virus? ¿Cómo puedo evitar ponerme malo? Porque claro, es que me viene fatal. En realidad, es verdad que mi concepto sobre este tema ha cambiado un poco porque hoy en día diría, oye, pues si notas que te va a entrar un virus, puedes tomar cositas, pues por ejemplo, probióticos, que ahora comentaré más a fondo, lactoferrina, aceites esenciales y por supuesto estar bien nutrido de fondo.

Pero al final nos van a venir virus continuamente y habrá muchas veces que ni nos enteremos o no nos van a producir síntomas y esto es la mayoría de las ocasiones. Pero habrá otras ocasiones donde pues sí que notemos que nos estamos poniendo malos. Realmente lo ideal sería decir, ostras, me estoy poniendo malo, bueno, pues voy a descansar, me voy a quedar un par de días en casa, me voy a exponer a la luz del sol, que la luz del sol es fantástica para conseguir también lidiar con los virus. Pero claro, ¿qué sucede? Que muchas veces no nos podemos permitir esto y entonces uno tiene algo importante de trabajo, tiene un viaje o cualquier cosa que diga es que no me puedo poner malo. Entonces,