iVoox
iVoox Podcast & radio
Download app for free
By Jose Brage Meditaciones diarias
1839. Nunca es demasiado tarde (NUEVA)

1839. Nunca es demasiado tarde (NUEVA)

3/23/2025 · 20:09
0
9k
Support

Description of 1839. Nunca es demasiado tarde (NUEVA)

Meditación en el III Domingo (C) de Cuaresma, sobre las lecturas de la Misa. El Evangelio nos presenta la parábola de la higuera estéril, que el viñador cuida con esmero para que de fruto, pidiendo al amo que no la corte todavía. Cada uno de nosotros somos esa higuera, llamados a dar frutos de conversión en la Cuaresma.

¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/874295

Read the 1839. Nunca es demasiado tarde (NUEVA) podcast

This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.

Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía inmaculada, San José mi Padre y Señor, ángel de mi guarda, intercede por mí. Seguimos avanzando en nuestra cuaresma y hoy ya nos encontramos en el tercer domingo de cuaresma.

La oración colecta de la misa de hoy nos dice Señor, reza así mejor dicho, Señor, Padre de misericordia, nosotros ahora te dirigimos a ti, Señor Dios nuestro, que estás en los cielos, esta oración preciosa. Señor, Padre de misericordia y origen de todo bien. Si hay algo bueno en nosotros, Señor, es gracias a ti. El otro día estaba hablando con una persona y me lo decía con una convicción tan grande, una persona madura, con una vida familiar lograda y una vida profesional lograda y me decía totalmente convencido, yo miro a mi vida y no hago más que dar gracias a Dios porque esto no lo he hecho yo. Yo, si acaso he estorbado, lo ha hecho Dios. Es increíble las cosas que hace Dios. Así decía esta persona tan buena.

Pues nosotros rezamos, Señor, Padre de misericordia y origen de todo bien. Origen de todo bien. Si hay algo bueno en nosotros es por la bondad de Dios que nos ha dado esos dones al crearnos o a lo largo de la vida. Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados. No sé tú, pero yo ahora al leer esta oración me es necesario hacer un pequeño examen. Señor, tú puedes aceptar mi ayuno porque yo lo estoy haciendo, lo estoy viviendo con generosidad. Ayuno de lo que sea, de comida, de bebida, de tabaco, de curiosidad, de móvil, de redes sociales, de en fin, lo que sea. Señor, tú puedes aceptar mi oración más esmerada, más generosa en este tiempo de cuaresma porque yo lo estoy haciendo así.

Y por último, Señor, tú puedes aceptar mi limosna en este tiempo de cuaresma porque realmente me he concretado algo distinto al resto del año y tú lo estás recibiendo con una sonrisa como remedio de mis pecados. Y sigue la oración colecta diciendo, mira, Señor, Padre de misericordia, mira con amor a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de las culpas. Señor, que nosotros podamos incluirnos sin jactancia dentro de ese pueblo penitente. Ese pueblo que está ofreciendo esas prácticas cuaresmales por el perdón de sus pecados y por la purificación de su alma. A esto nos llama la cuaresma, la conversión. Luego, si vamos a la primera lectura de hoy, nos encontramos un célebre pasaje del libro del éxodo.

Moisés está pastoreando el rebaño de su suegro Getró y entonces, de repente, se fija en una zarza en el monte Oreb que arde sin consumirse. Y se dice, voy a acercarme a mirar ese espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza. Y entonces, viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza. Moisés, Moisés. Es la llamada que Dios nos dirige a todos porque esa zarza ardiendo sin consumirse es una imagen bellísima de la esencia de Dios. Dios es amor por esencia. Un amor que no consume, que no se agota, que no se va enfriando con el paso del tiempo. No consume a la zarza, ese fuego, sino que permanece siempre joven. Moisés, Moisés, respondió él. Aquí estoy, dijo Dios. No te acerques.

Comments of 1839. Nunca es demasiado tarde (NUEVA)
This program does not allow comments.