1848. La importancia de lo que hacemos

Muy buenos días. Te hablaba ayer de dos cosas, el sentir y el hacer. Ayer te hablé del sentir y hoy te hablo del hacer. ¿En qué sentido te hablo estas dos cosas? Estas dos cosas creo que son, habrá alguna otra más, pero creo que son dos cosas capitales de la vida práctica. Lo que sientes manda en tu vida. No podemos abstraernos de lo que sentimos. Entre comillas estamos determinados por lo que sentimos.

No nos podemos sentir demasiado tiempo mal. Y al mismo tiempo lo que sentimos es una información inteligente que tenemos a nuestra disposición para vivir. Pero te quería hablar del hacer desde el punto de vista de cómo determina nuestra vida lo que hacemos. Creo, y esto es para lo que lo compruebes tú también y lo observes, que lo que hacemos determina nuestra vida.

Y lo que sentimos determina lo que hacemos.

O puede determinarlo. Si nos basamos más en el sentir, en un sentir inteligente, constante, un sentir en el tiempo, un sentir que es un verdadero marcador, que es una verdadera información. Creo que es una información mucho más veraz para qué hacer que el propio pensar. El pensar es cuando ya has decidido qué hacer. A mí me ayuda a pensar para ver cómo hacerlo, pero cuando ya he decidido cuál es el camino. Entonces lo que te quería decir sobre el hacer es que el hacer determina las cosas que pasan en nuestra vida.

Porque, o sea, lo que hago es mucho más importante que lo que digo y mucho más importante que lo que pienso, que cuáles son mis ideas, mis creencias. Tú fíjate que yo estoy aquí un poco hablando al... a quien quiera escuchar. Pero lo importante de todo esto no es ni lo que digo, ni lo que creo. Es lo que hago.

Porque puedo creer una cosa pero terminar haciendo otra. Al final lo que manda es lo que haces. Ahí voy. De ahí la importancia de lo que uno hace. Porque es al final lo que manda.

Uno puede tener un discurso, uno puede tener unas creencias, pero al final es lo que hace. Y si ayer te decía que era muy importante desde mi punto de vista, en un nivel de supervivencia, lo que sentimos, creo que tendríamos que tener muy en cuenta lo que hacemos. Yo creo que sí lo tenemos en cuenta, pero tendríamos que entender que lo que hacemos determina todo lo que va a pasar después. Es como como si fuese un acto nuestro, es como una bomba y tiene ondas expansivas. Lo que haces tiene...

Tiene ondas que van tocando. Es como eso de la mariposa, un aleteo de la mariposa.

Se siente en la otra parte del mundo. Lo que hacemos no sabemos, no somos conscientes de la repercusión que tienen nuestros actos. Por eso son... voy a utilizar esta palabra que me gusta, pero bueno es un poco... nuestros actos creo que son sagrados. Sagrados de importante, de trascendentes cada acto. Porque determinan no sólo nuestra vida, sino la de otras personas y la del mundo entero. Todo se está moviendo según lo que hace cada persona y nuestro futuro se ve afectado por lo que estamos haciendo ahora.

En este sentido te quería decir que lo que haces creo que es tan importante como lo que sientes. Son dos factores que marcan la vida de uno. Que hay que tener mucho cuidado con lo que se hace. Hasta con cada pequeño acto y que hay que ser muy consciente de lo que se hace con cada pequeño acto. Y finalmente te diría que yo uniría y a mí por la cuenta que me trae, porque cuando no los uno me pego unos golpetazos tremendos, uniría lo que hacemos a lo que sentimos.