1849. Conocernos observando lo que hacemos

Muy buenos días. El otro día en un mensaje yo decía que si observamos nuestros actos, lo que hacemos y lo que hacen los demás creo que podemos conocernos y conocer a los demás más profundamente que si escuchamos nuestros propios pensamientos o los de los demás.

Y es que hace poco, digamos que me solivianté un poco con una persona por lo que estaba diciendo y luego ya cuando estaba con mi pareja a solas, mi pareja me dijo si es verdad que esta persona dice todo eso. Que era algo como que yo sentía muy negativo y una serie de cosas. Y ella me dijo pero fíjate en lo que hace, fíjate en lo que hace de manera habitual y nos quedamos los dos así como pensando qué es lo que hace de manera habitual esa persona.

Me quedé pensando y dije es verdad, es una persona muy diferente en el acto que en la palabra. La mayor parte de las veces. No sé, en la biblia donde decían por sus actos los conoceréis, pero en un mundo en el que hay tanta comunicación, tanta palabra, tanta imagen, tanto parecer, ¿cuál es la manera de saber qué hay en una persona? Mirar lo que hace y mirar lo que hace de manera consistente.

Porque todos podemos meter la pata, o sea, es inevitable que los seres humanos metamos la pata. Y meter la pata creo que no importa nada, pero nada es incómodo porque depende de dónde meta uno la pata, pues es incómodo. Meter la pata quiero decir hacer algo equivocado, algo que no va con uno, algo que no es fiel representación de lo que es uno.

Pero los seres humanos en ese aspecto es que somos seres científicos de ensayo y error y a veces nos tenemos que dar cuatro veces con la misma pared o 40 para ver dónde está el hueco, dónde está la puerta. Entonces a mí el hecho de digamos los errores o que comete la gente y que te pueden hacer daño incluso esos errores no me parecen tan importantes como por ejemplo cómo se recupera esa persona de ese error, qué hace, si pide disculpas y cómo cambia su actitud ante eso o lo que sea, que sea esa circunstancia.

Creo que podemos encontrar la verdad de dónde está esa persona de verdad en su actuar de manera habitual. No en una cuestión puntual. Una cuestión puntual la persona peor puede tener un momento de lucidez o un momento de querer parecer lo que no es y al revés la mejor persona puede tener un momento en el que mete la pata hasta el fondo.

Para saber eso hay que observar a las personas sus comportamientos sin juicio, simplemente observar y además ocurre una cosa muy curiosa. A mí me pasa, no sé si a ti te pasa o si haces esta observación de una persona te puede llegar a pasar, que es que las cosas que es que de esa persona a lo mejor te molestaban como que las vas dejando a un lado aunque las siga teniendo.

Porque te has fijado en él, en la parte central de su actuar. Ponte, no sé, no lo estoy siguiendo por ningún ejemplo que me acuerde ahora, pero ponte que sea una persona muy bravucona, que está todo el rato, no porque tal, así un poco como que le gusta discutir, pero es una persona que está constantemente mostrando un gran corazón.

Si eres capaz de ver que esa persona está constantemente mostrando un gran corazón,