Puede que no te hayas dado aún el permiso de contarle tus fantasías sexuales a tu pareja; o puede que sea tu pareja quien no se haya dado ese permiso.
En cualquiera de los casos, la pregunta que quiero hacerte es “¿por qué no?”; o, mejor aún, “¿para qué no?”.
Las fantasías consisten en la obtención de una excitación sexual por el mero uso de la imaginación y sin que tenga que salir de sus límites.
Se distingue de los deseos en que no hay un anhelo porque dicha fantasía se haga realidad; y por supuesto de los gestos, cuando las fantasías se llevan a cabo en el plano físico.
Como se deduce de lo anterior, el reino de las fantasías es ilimitado y dentro del mismo no cabe ningún tipo de prohibición: las situaciones más locas o absurdas pueden formar parte de una fantasía.
Y por lo tanto, las fantasías sexuales no deberían ser objeto de juicio alguno. Sin embargo, el miedo a ser juzgados por nuestras fantasías si las verbalizamos, es el motivo por el que se suelen inhibir.
En el episodio del podcast de hoy te invito a que compartas tus fantasías con tu pareja para estimular y enriquecer vuestra relación.
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