188. Pablo Herreros y emprender desde la ética y la emoción

Si en la vida tengo claro algo, es que hay que echarle ganas.
Y seguramente si tú me escuchas y llevas ya durante más de tres años
oyendo los más de 300 episodios que hay,
sabes que echarle ganas le echamos un rato.
Y la persona que traigo hoy de invitado
no solo le echa ganas a la vida.
De hecho, mi sensación es que las mata callando.
Y no callando, porque cuando abra la voz,
la prepara muy gorda.
Y creo que nos tiene que contar muchas cosas.
Y si la abre,
es no solo para poder reconocer sus valores y su respeto a sí mismo
y lo que considera que debería de ser,
sino con un valor muy importante,
y es que son las ventas.
Y diréis, Rosa, pero últimamente hablas de ventas.
Claro, y te seguiré hablando.
Porque si no sabes venderte, no vas a poder comprarte,
no vas a poder hacer muchísimas cosas.
Y todos, absolutamente todos, tenemos que conseguir hablar de ello.
Así que yo tengo la suerte, sé que es periodista,
no sé mucho más de él, porque voy a irle desnudando poco a poco.
Y no es para que se me ponga nervioso.
No, no, no.
Vamos a hacerlo desde una forma muy intelectual.
Pero creo que podría ser capaz incluso de desnudarse públicamente.
Nos lo vamos a pasar muy bien.
Siéntate cómoda, pilla boli papel,
que yo tengo la suerte de presentarte hoy a Pablo Herreros.
Muy buenas, Pablo.
Muy buenas.
Un placer estar aquí en tu comunidad, Rosa.
Mucho gusto.
Si ya te pones así a desnudarte
y puedes hacerlo de forma intelectual,
todo puede funcionar, ¿eh?
Todo se puede.
No, si lo exige el guión, vamos para adelante.
Venga.
Tanta mujer guapa que veo por aquí.
¿Quién eres tú?
Para los que no te conozcan.
Porque, claro, yo, de repente,
me pasas un podcast que te entrevistan
y, de repente, así de buenas a primeras,
me entero que fue el que la montó con lo de la Noria.
Y digo, hostia, este tío viene con ganas.
Tengo que escuchar más.
¿Quién es Pablo Herreros?
A ver.
Stripper, profesional.
Periodista, 51 años.
Ya sé, lo sé.
Parezco 32.
Lo sé, no pasa nada.
Estoy acostumbrado.
Vale, 51 años y me he pasado 25
asesorando a Mundo Gran Empresa,
trazando estrategias de comunicación para empresas,
algunos políticos, instituciones,
incluso he tenido la suerte de colaborar alguna vez
en alguna cosa con Casas Reales.
Es decir, he trabajado en la Premier League
de la comunicación durante 25 años
asesorando a grandes empresas,
sobre todo en estrategias de comunicación,
digital, no digital,
ese mundillo y ese mundo lo apagué.
Tenía una agencia desde la que lo hacía,
que ahora la tiene mi hermano.
Y mira, justo ayer vendí mis acciones,
que me llevo un genial con mi hermano
y ya no soy parte de la agencia.
Y nada, pero era una cosa simbólica
porque hace seis años que me fui de la agencia.
Y desde hace seis años lo que hago es hacer formación
para ayudar a personas que tienen negocios,
a emprendedores y dueños de negocio,
a vender más gracias a la ética y la emoción,
que son dos herramientas acojonantes.
La ética te ayuda a mantener a tus clientes,
y la emoción te ayuda a captarlos.
Ya sabes que la venta va de emoción
y la ética no es sexy,
pero la ética hace que si tú le haces una putada a un cliente,
ya no vas a trabajar jamás con ese cliente.
Entonces, son dos cosas fundamentales
con las que yo, además, bailo muy bien
porque me gusta mucho
y porque, bueno, lo he demostrado.
He estado dispuesto a ir a la cárcel por ética,
encantado, y mi padre fue un año a la cárcel
por principios también,
que para mí es una cosa muy de andar por casa
y que es muy bonito
porque la ética te acerca, acojonantemente,
a tener una vida maravillosa,
a que seas una persona confiable
y a que la gente quiera estar a tu lado.
¡Guau!
Menos mal me he empezado.
Yo te pregunto quién eres
y de repente me salen 250.000 preguntas en mi cabeza
porque no nos encontramos con tanta gente
que su primera bandera o de presentación
la ética vaya por delante.
Quizás, a lo mejor,
tengo un discurso un poco, no sé si desarraigado
o con un poquito de distorsión.
De hecho, he visto que ahora mismo
acaba de sacar Eduardo Infante
un libro que se llama
Ética en la calle,
que no sé si lo has leído,
el de filosofía en la calle,
es impresionante.
No, no lo he leído, no.
De ética me gusta mucho el libro
Ética para Amador
de este hombre de Fernando de Sabater
o me gusta mucho el de Adela Cortina
de...
¿Para qué sirve la ética?
O algo así, se llama Adela Cortina.
Hay libros muy buenos
como, por supuesto, los clásicos,
los estoicos y tal y cual.
Y yo publiqué este libro.
Se llama Ser transparente
y te llevarán clientes.
En 2018.
¿La transparencia para ti es lo mismo que la ética?
Sí, sí, sí.
¿O se necesita ética para ser transparente?
No, no sé.
Hay que entrar en matices.
Pero bueno, sí,
me parece que la transparencia
al ser una persona honrada, ética y tal,
te acerca a esto.
Dice, actúa con principios
y comete el mundo en la era digital.
Eso es un poco la idea.
Cuando haces las cosas bien,
tú hablas de la venta efectiva
y hablas de la venta desde el dar,
¿no?
Desde el ayudar y dar.
Y si no es así,
no hay venta
o habrá una venta y te has jodido.
Te has jodido porque no va a haber más ventas.
Entonces, tienes que dar transparencia,
tienes que...