1x3 Explorando “¿Cómo investigar en redes sociales con jóvenes?” con Raquel Cordero y Julio Díaz

Octaedro Redes y Educación, una serie del podcast de Octaedro.
Las redes sociales han dejado de ser un mero canal de comunicación.
Se han convertido en un fenómeno global que afecta y transforma
nuestros modos de relacionarnos y nuestro comportamiento en el día a día.
Si pensamos en los más jóvenes, en los adolescentes,
las redes han devenido un hábitat cotidiano
en el que sociabilizan y construyen su identidad.
Pero, más allá de esta aparente familiaridad,
pueden ocultar una realidad que se vuelve inmanejable,
con una magnitud, una velocidad que desafía su capacidad de control.
Además, en muchos casos les expone a situaciones de riesgo, de vulnerabilidad,
como puede ser la victimización o el ciberacoso,
afectando así a su bienestar emocional.
¿Cuáles son entonces las consecuencias de todo esto
sobre la salud mental de los jóvenes?
¿Cómo podemos pensar y llevar a cabo formas de intervención
para transformar esta realidad y mitigar su impacto?
Hablamos de todo esto con los autores de la obra
¿Cómo investigar en redes sociales con jóvenes?
Etnografía digital storytelling.
Contaremos con ellos a lo largo de tres episodios
aquí en la serie Octaedro Redes y Educación.
Empezamos hoy entrevistando a Raquel y Julio
con el primero de los episodios en el que situaremos
el marco general de la investigación que han llevado a cabo
y de la cual nace este libro.
En la segunda parte profundizaremos en los aspectos éticos
y metodológicos de la investigación.
En la tercera y última parte abordaremos el análisis
y las tendencias observadas en torno a esta compleja
vida digital de los jóvenes.
Raquel Cordero es profesora titular en Sociología Aplicada
y Julio Díaz en Antropología Filosófica
en la Universidad Europea de Madrid.
Ambos forman parte del Grupo de Conocimiento e Investigación
de Problemáticas Sociales de la misma universidad.
Os dejamos ya con el episodio, que lo disfrutéis.
Bienvenidos Julio y Rebeca, ¿qué tal?
Hola, ¿qué tal?
Un placer teneros aquí en Octaedro.
Comenzamos por situar los dos proyectos a partir de los cuales
ha surgido vuestro libro.
Uno de ellos es el proyecto AI, DRIANA,
Desarrollo de una herramienta preventiva a través del storytelling
en el marco de una etnografía digital sobre prácticas
y experiencias de vulnerabilidad juvenil en entornos digitales.
Y el otro proyecto, redes sociales y comportamientos antinormativos
en jóvenes entre 13 y 18 años,
detención de nuevas formas de dominación,
adicción y relación en la sociedad digital.
Quería pediros si podéis compartir
cuáles eran los objetivos principales de cada uno
de estos dos proyectos para que los podamos conocer un poco.
Vale, es importante decir que ambos proyectos
se enmarcan en el estudio de los jóvenes.
También es muy importante que entendamos que están vinculados al mundo digital
para identificar todo lo que tiene que ver con sus posibles
vulnerabilidades y comportamientos tóxicos.
Dentro de Haciendo Común a Evolución Lógica
comenzamos con el proyecto de COCRI Dominados para analizar
fundamentalmente, identificar los patrones
de relaciones de poder,
relaciones de adicciones
y todas las relaciones que tenían que ver con
procesos de dominación y poder que se estaban dando
entre esta franja de edad.
Después nos decidimos por Adriana. ¿Por qué?
Porque la primera investigación que se centró tanto en hacer
una etnografía digital en la que se visualizaron
10.000 vídeos, por ejemplo,
para ver cuáles eran sus dinámicas en redes sociales y fue acompañado
por unos grupos de discusión
a diferentes personas de la comunidad investigadora
y de la comunidad académica y posteriormente una encuesta
requeríamos la necesidad de saber cómo interactuaban los jóvenes
en esas redes sociales, cómo construían su imagen
y por eso nos fuimos a Adriana con la intención de conocer
cuáles eran las dinámicas de relación e interacción que ellos establecían
a través de esas aplicaciones y estudiar a los jóvenes
con ellos mismos, para que ellos nos dicen toda esa información
para conocer sus canales de comunicación y de relación
y a través de ahí poder tender puentes de comunicación
entre las diferentes dimensiones, la comunidad educativa, los progenitores
y los jóvenes.
Muy interesante y también muy necesario
poner en relación estos diferentes
agentes que están implicados, también poniendo
en el centro la propia experiencia de los jóvenes
y haciendo esa relación con familias