20.04.2025 - Especial de Semana Santa - Desde el corazón de la Virgen María - Domingo Santo

Banca del Parque Radio presenta Desde el Corazón de la Virgen María Especial de Semana Santa con el Padre Gabriel Riveros Prieto Vigilia Pascual Es el acontecimiento del triunfo de Dios.

Quisiera recordarles y que nos recordáramos mutuamente Aquella bienaventuranza que Santa Isabel proclamó y le dijo a la Virgen María ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá! Esa bienaventuranza de cumplirse lo que el Señor ha prometido hizo el paso, hizo el camino de la pasión del Hijo, de la muerte de su Hijo.

La Iglesia nos invita a contemplar esa bienaventuranza en la vida de María Santísima contemplando a su Hijo en la cruz.

Contemplando a su Hijo, ¿qué significado y qué eco pueden tener estas palabras de Isabel? ¡Dichosa tú, María, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá! Momento de contemplación Una felicidad que tendrá su plena realización en la muerte de su Hijo.

Allí se junta la felicidad con el dolor.

Pero sabemos que el dolor también es expresión de un gran amor y si de un gran amor, de una gran felicidad.

María Santísima, es ahora quien nos acompaña para vivir esta Vigilia Pascual.

En primer lugar, para proclamar con la Iglesia este himno tan hermoso que se llama el Pregón Pascual.

Canto de triunfo, canto de alegría, canto de toda la obra de Dios cumplida allí con la resurrección de Jesús.

Hermanos, con María Santísima, invitados a esta liturgia de la Vigilia Pascual que es la madre de todas las liturgias, cantemos el triunfo de Dios.

María Santísima, ella lo hizo ya desde el comienzo, con el Magnífica, proclamando la grandeza del Señor, lo que el Señor, una obra grande que el Señor ha hecho en ella.

Y la obra grande es justamente la redención del mundo, es la obra más grande.

Y María, si bien en el Magnífica proclamó esa obra grande del Señor como un exordio de todo el acontecimiento de Jesús, hoy ella con la Iglesia hace el canto grande del Pregón Pascual.

Escuchemos este canto de triunfo de la obra de Dios y escuchémoslo con el corazón de María Santísima, con la alegría de un corazón inmaculado, que para nada es alegrías o gozos eufóricos de momento, que pasan pronto.

No, es una alegría que celebramos todos los domingos en la vida de la Iglesia.

Triunfo de Dios sobre el pecado y sobre la muerte.

Pero, seguido de este Pregón Pascual, María Santísima, ella evocó toda la obra grande que Dios había realizado desde antiguo, desde Abraham, para decir que allí se vería realizada la promesa del Señor.

La Iglesia hace siete lecturas con sus respectivos Salmos para recordar la acción de Dios en favor de nosotros.

Y es ella, la Madre del Cielo, la que nos lleva y nos conduce a contemplar la obra de Dios.

Para nuestra vida de fe, esta contemplación es volver a las raíces y contemplar la fidelidad de Dios a las promesas hechas a toda la humanidad.