201. ¿Qué implica tener la custodia de un hijo? | Episodio 1: Serie sobre custodia de los hijos

Últimamente he tenido algo abandonado todo lo que tenía que ver con Derecho de Familia y eso es algo que a partir de ahora quisiera evitar, así que, como dije en la primera grabación de esta nueva temporada, voy a tratar de volver a dar importancia también a toda esta temática que además sé que os atrae y tiene bastante éxito.

Y entre otras cosas, voy a intentar hacer una serie temática de grabaciones sobre una de las cuestiones más importantes que se tratan en Derecho de Familia, la custodia de los hijos. Algo que es cierto que ya he comentado aquí en bastantes ocasiones, pero que voy a tratar de desgranar un poco más en profundidad con una serie de vídeos y podcasts en los que tratar las distintas cuestiones que más interés y dudas genera siempre. Y hoy voy a inaugurar esta nueva serie intentando explicar qué es lo que realmente implica tener la custodia de un hijo. Así que si alguna vez te has preguntado qué significa realmente esto, te animo a que te quedes.

Pero antes, voy a recordarte que si quieres que hablemos sobre tu problema de custodia, alimentos, divorcio, en definitiva sobre esa cuestión que tienes relacionada con el Derecho de Familia, pues puedes conceptar una consulta conmigo por videoconferencia, entrando en el enlace de la descripción y seleccionando cuándo tener esa consulta.

Soy Javier Fuentes, abogado y fundador del despacho que le da nombre a este canal, Yuris firma abogados. Como decía, hoy voy a tratar de poner las bases para esta nueva serie de grabaciones que voy a publicar relacionadas con la custodia y, como es lógico, lo primero que hay que comentar es qué es realmente la custodia, qué implica tener la custodia.

Para entender esto, lo primero que hay que tener en claro es que hay que distinguir entre guarda y custodia de un lado y patria potestad de otro, porque aunque están relacionados, no son lo mismo. La patria potestad se regula en nuestro Código Civil en los artículos 154 y siguientes, y sería el conjunto de derechos y deberes que tienen los padres sobre sus hijos menores no emancipados y que tiene como finalidad la protección y el cuidado integral de los menores. Esto incluye representarlos legalmente, administrar sus bienes y educarlos.

En definitiva, tener la patria potestad implica ejercer la representación legal de los hijos administrar sus bienes y ser el responsable de tomar las decisiones más importantes y trascendentales de los hijos, educación, sobre salud, residencia, religión, etc.

Esta patria potestad se ejerce de forma conjunta por ambos progenitores y el hecho de que se haya producido la separación o el divorcio o la simple ruptura de pareja y cese de la convivencia, pues se va a seguir ejerciendo por los dos de forma conjunta. La única excepción es que un juez decida suspender o extinguir la patria potestad, sin embargo esto solo se puede llevar a cabo en casos de enorme gravedad como casos de violencia, abandono, desinterés manifiesto, etc. Por tanto, patria potestad y custodia son cuestiones muy diferenciadas.

Por eso tener la custodia exclusiva no implica tener también la patria potestad de forma exclusiva, algo que muchas veces parece que la gente no tiene claro del todo, de tal forma que suele ocurrir que en casos en los que uno de los progenitores tiene la custodia de los hijos, ese progenitor se cree en el derecho de decidir también cuestiones que exceden de las pequeñas decisiones del día a día y que no tengan relevancia, cosa que implica el acuerdo de ambos progenitores.

Dicho esto, la custodia podríamos definirla como la convivencia diaria y el cuidado directo del hijo menor. Afectaría a toda la esfera ordinaria que implica vivir con el hijo y encargarse de esa atención diaria. De esta forma tener la custodia implica ser responsable de la convivencia y el cuidado directo del menor. Esta sería la esfera más obvia, el progenitor custodio es quien va a tener que tener una atención directa y personal de las necesidades diarias de su hijo, lo que implica estar al cuidado de sus comidas, del vestido, su aseo y asegurarle el descanso.

También va a implicar una incidencia directa en su educación y formación diaria, aunque las decisiones importantes sobre la educación, como el colegio en el que se realizarán los estudios o como la formación relativa a religión, son cuestiones que a pesar de la