2031. Te seguiré, Señor, a donde vayas

Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Señor mío y Dios mío creo firmemente que estás aquí que me ves, que me oyes te adoro con profunda reverencia te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración Madre mía inmaculada San José mi Padre y Señor Ángel de mi guarda intercede por mí Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo así de claro lo decía San Jerónimo no valorar las Escrituras es ignorar a Cristo porque Cristo está encarnado en el Evangelio también en las Escrituras en general pero especialmente en el Evangelio la Sagrada Escritura también en el Antiguo Testamento habla aunque veladamente y oscuramente de nuestro Señor Jesucristo ojalá Señor que nosotros tengamos ese amor suave y vivo a la Sagrada Escritura que cuando en misa escuchamos el Evangelio o la primera lectura o el Salmo pues que seamos conscientes de estar escuchando al mismo Dios que habla en nuestros oídos que cuando escuchamos palabra de Dios nos dé un vuelco el corazón diciendo ni más ni menos que nosotros Señor nos alimentemos de tu palabra con mayor abundancia que significa que nuestro amor a la Escritura nos lleve a meditar los textos por ejemplo de la Santa Misa de las lecturas o los textos de otros pasajes del Evangelio que estamos llevando a la oración que conozcamos no solamente el Nuevo Testamento sino el Antiguo Testamento, la Biblia entera a veces da un poco de envidia ver cómo otros cristianos protestantes, anglicanos, etc.

Tienen un amor grande a la Biblia y la conocen muy bien nosotros los católicos también debemos conocerla muy bien o da un poco de envidia ver a los judíos cómo conocen la Biblia tengo un gran amigo que compró un libro que se llamaba La Biblia en un año entonces cada día hay como un pasaje del Antiguo Testamento un salmo, un trozo de un salmo y un pasaje del Nuevo Testamento y de este modo él lo compró porque decía que nunca había leído la Biblia entera y de este modo día a día perseverantemente durante todo un año ha conseguido leer toda la Biblia entonces cenando en su casa decía su mujer que le había cambiado a su marido la lectura de ese libro y él asentía y decía pues es verdad bueno, tanto es así que ha vuelto a empezarlo para darle otra vuelta es lógico a este amigo mío el Espíritu Santo le está concediendo ese amor suave y vivo a la Sagrada Escritura pues es una acción del Espíritu Santo y particularmente nosotros Señor, podemos pensar cómo estamos leyendo a diario el Evangelio aunque sea un trocito pequeño cada día cómo estamos meditándolo, rumiándolo, sacando consecuencias para nuestro día también era San Jerónimo el que decía bellamente en latín Verba pauca sed mania que significa pocas palabras pero grandes pues unas pocas palabras del Evangelio pero grandísimas porque son la vida o las palabras de nuestro Señor Jesucristo pueden alimentar nuestro día hay una novela del Cardenal Newman que se llama Calixta y en esa novela la personaje es Calixta que es una chica de la aristocracia romana que se convierte al catolicismo entonces antes de esa conversión cuenta en un pasaje cómo leyó por primera vez el texto del Evangelio leyó unos cuantos párrafos le pareció interesante y pronto se encontró completamente absorbida en la lectura ya no pudo dejarlo este es el que me habla en la conciencia esta es la voz que yo oía la persona que estaba buscando dice Calixta este es Jesús claro, la cuya vida está leyendo es el que ponía calor en las mejillas de Quione y de Agelio que son dos amigos suyos que se ruborizaban al hablarle de Cristo la imagen se grabó profundamente en ella sintió que era una realidad esto el Evangelio no es el sueño de un poeta esto lo ha hecho un individuo real tiene demasiada verdad demasiada vida todo encaja demasiado bien pero se alzó como una barrera se dio cuenta de que ella era una persona real