22- Nestor Basterretxea

Caixa lago noc eta un quieto rey sancho el sabio podcaster a speaking isabel mallén bienvenidas y bienvenidos a este nuevo episodio del podcast de sancho el sabio en el que gracias a los fondos de esta fundación os invitamos a recorrer la amplia diversa y compleja cultura vasca en esta ocasión nos queremos sumar a los actos conmemorativos del centenario del nacimiento de uno de nuestros artistas más polifacéticos y universales néstor basterrechea en este año dos mil veinticuatro son numerosas las entidades museos y asociaciones que han decidido unirse para dar un merecido protagonismo amo a este artista del siglo veinte que tanto ha marcado la cultura el diseño y el arte vascos de su mano y su cabeza surgieron esculturas que hoy en día siguen representando algunos ideales de plena vigencia en la actualidad y por ello queremos comenzar contando la historia de un símbolo izaro la transición había terminado hacía unos pocos años y el recién constituido parlamento vasco al fin había encontrado una ubicación definitiva después de un breve periplo por distintos lugares de la geografía vasca el uno de febrero de mil novecientos ochenta y dos el hemiciclo estaba listo para ser estrenado despu pues de unas reformas en el edificio que había cogido el antiguo instituto de la capital alavesa pero faltaba algo en la pared desnuda hacia la que miraban los y las parlamentarias había un hueco que había que rellenar con un elemento que recordase a todas y a todos la importancia de la labor que estaban llevando a cabo en esa sala necesitaban un símbolo un elemento que aglutina sea todos los partidos políticos y a toda la sociedad vasca en su conjunto no son más dos desde antes de lograr un emplazamiento propio ya flotaba en el ambiente esta idea de contar con un símbolo específico para el parlamento así lo había manifestado en más de una ocasión juan josé pujanza arza el que fuera su primer presidente tras la constitución del parlamento en la casa de juntas de guernica el treinta y uno de marzo de mil novecientos ochenta junto al emblemático árbol a partir de ese momento se utilizó de manera provisional el mismo emblema que había adoptado el gobierno vasco pero urgía cada vez más contar con una imagen independiente y propia así la mesa de la cámara legislativa vasca inició las conversaciones sobre esta cuestión en el otoño de mil novecientos ochenta y uno prolongándose durante el año siguiente hasta que finalmente el seis de junio de mil novecientos ochenta y dos se aprobaron las bases el jurado y el presupuesto para realizar un concurso que diese con la propuesta perfecta no no no el símbolo elegido debía hacerse presente en el salón de sesiones y para ello contaban con dos millones de pesetas para honorarios y cinco para el costo de ejecución de la obra el tribunal que iba a juzgar los proyectos presentados al concurso se hizo público inmediatamente y contaba con las principales personalidades de la cultura vasca de la época julio caro arroja jorge oteiza manuel llano gorostiza pedro manterola y josé miguel barandiaran aunque llegado el día de analizar las propuestas los dos primeros no concurrieron al tribunal el seis de julio finalmente se publicó el concurso en el boletín oficial del parlamento vasco y se dio de margen hasta el tres de agosto para presentar candidaturas oh