#227 Cómo tomar el CONTROL de tu VIDA con Maryam Varela

Y luego ya están los telediarios y cualquier noticia para seguir metiéndote en la cultura.

Ahora es la Tercera Guerra Mundial.

Hoy en Listening Leaders tengo el honor y el placer de viajar a la ciudad de Madrid, porque tengo la suerte de encontrar a mi invitada allí, porque se la pasa viajando por el mundo, y se la pasa viajando hablando de emociones, hablando del amor, y en concreto, hoy quiero preguntarle acerca de su último libro, El coeficiente del amor, así que vamos a hablar de eso.

Marianne Varela, qué gusto tenerte aquí, presidenta del mundo de las emociones.

Bienvenida a este espacio.

Gracias, gracias, Raúl.

Yo encantada de estar aquí, y vamos a ello.

Vamos a ver si ponemos unas semillas de amor en el mundo y en las organizaciones, que creo que un poquito de falta nos hace.

Del amor me podía esperar cualquier cosa, novelas, series, menos algo, menos un coeficiente.

¿Qué es esto del coeficiente del amor? Pues mira, esto realmente no lo inventé yo.

Esto lo inventó Jack Ma, que es el creador de Alibaba.

Sí.

Y, bueno, fue el que me dio la idea, porque él simplemente lo mencionó en una conferencia, y yo dije, ostras, esto es lo que yo siempre siento que falta en las organizaciones, y nadie está hablando de ello.

Y como soy así de lanzada, y venga, pumba, pa'lante, pues digo, pues vamos a escribir un libro sobre el coeficiente del amor, ¿no? Y entonces, bueno, pues así para...

Vamos a centrarnos primero.

Mira, yo creo que el ser humano tiene como tres dimensiones, ¿no? Tiene la dimensión intelectual, que es la que se ha dado tanta importancia durante tanto tiempo, ¿no? La lógica, la experiencia, el saber, ¿vale? El saber.

Luego llegó todo el mundo al coaching y todo el mundo de las habilidades, y entonces se dieron cuenta que, bueno, que había muchos líderes, que sabían mucho, pero no tenían las destrezas para llegar a la gente.

Y entonces se dieron cuenta de que hacía falta también otra dimensión, y esa otra dimensión, que es una dimensión más activa, igual más emocional, que es el saber hacer.

Entonces, primero es el saber, segundo es saber hacer, y claro.

Pues yo siempre digo, pese a que soy coach, que el coaching ha hecho mucho daño.

Pero ha hecho mucho daño porque muchas personas han hecho un curso de coaching de fin de semana y ni siquiera tienen las cualidades para ser coach, porque son personas que no escuchan y son personas que están muy mecanizadas.

Y entonces, claro, en el coaching aprendieron esto de tú llegas a la oficina, saludas a tu equipo.

¿Qué tal? ¿Cómo te encuentras? ¿Cómo te va la vida? Pero no se quedan a esperar a que contestes.

Entonces, claro, el saber hacer no vale de nada, porque realmente si tú no conectas con tu personal, con tu equipo, con tu pareja, con tus amigos, pues realmente no puedes desarrollar vínculos de amor con las personas.

Y entonces ahí es donde viene la tercera dimensión, la dimensión afectiva, que es el coeficiente del amor, que no es saber hacer, sino es saber ser.

Ser, ser persona.

Y además, bueno, tu empresa, que ya sé que tiene ahí la palabra personas bien puesta, pero ser personas es ser un poquito más auténticos, ser más genuinos, ser más de verdad, y ser más afectuoso con las personas.

No tiene por qué estar reñido el afecto con trabajar en una organización.

Creo que uno puede trabajar en...

Creo no, estoy convencida, estoy segura, tengo 35 años de experiencia, y estoy convencida que cuando das afecto, cuando escuchas a las personas, cuando las respetas, cuando las quieres, ¿por qué no?, pues todo fluye, todo va rápido, y los vínculos se vuelven vínculos de verdad.

Entonces luego es mucho más fácil trabajar, crear equipos, todo es mucho más fácil.

Y ese es el coeficiente del amor.

Déjame que nos vayamos 500 años para atrás y nos vayamos hasta Maquiavelo.

Me acuerdo que en el libro del príncipe, el príncipe le pregunta a Maquiavelo qué es mejor, que te teman o que te amen, y escuchándote me llevaba ese tiempo.

Es verdad que en el largo plazo, igual en la sensación de amor, en el mundo de la empresa te devuelve muchas cosas, pero, hermana, en el corto plazo es el temor lo que manda, ¿no? Con eso hemos vivido hasta aquí.

Totalmente, totalmente.

¿Cómo cambiamos eso? Yo creo que viene una generación que busca temas diferentes y luego ahí está la inteligencia artificial, que si no la gestionamos bien, puede canalizar una deshumanización.

Si la canalizamos bien, pues puede ser muy útil.