

Description of 25 - Infectados
Taina, Morkon, Jepardo y Benita se vuelven violentos tras la explosión en la base. Para entender sus motivos y la naturaleza de esa agresividad, tenemos que ponernos un momento en su pellejo. La perspectiva de los infectados.
Interpretado por Alonso Velasco, David Sainz, Diego Villalba, Sofía Privitera, Teresa Refojo, Adrián Pino. Antonio Velázquez, Jairo Sánchez, Gracia López, Dante Beli y Mario Mayo.
Guion - David Sainz, Manuel Noguera
Grabación y postproducción - Alonso Velasco
Banda Sonora - Jesús Calderón
Ilustración - José Antonio Pérez
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
¿Estáis todos bien?
Creo que sí, más o menos.
¿Vamos por fuera?
No sabemos qué cojones ha pasado.
Algo ha explotado y ahora mismo todo es un puto caos.
Solo veo humo, científicos corriendo,
y otros, más jodidos, quemándose vivos.
Por suerte, mis amigos han podido salir a tiempo.
Pero empiezo a sentirme mal.
Tengo náuseas y un dolor punzante en la cabeza.
¿Qué cojones ha pasado?
¡Mierda, me va a explotar la puta cabeza!
¿Por qué gritáis?
¡Me duele!
¡Quillo, desgraciado, que me has botado todos los chenis!
¡Cállate, garrulo!
¿Qué cojones está pasando aquí?
¿Tú estás bien, oriental?
Desde luego, mejor que esto.
¡Quillo, no me toques, puto gordo!
¡No os peleéis, gilipollas!
¿Pero quién coño es este tío?
¿Qué coño miras?
¿Es serpiente?
El puto serpiente es el culpable de que Morcon y yo
nos tuviésemos que ir de la Ciudadela.
Por su culpa, nos separamos del resto.
Estuvimos meses aislados, me secuestraron.
Su cara de imbécil me pone de una mala hostia
que no me puedo controlar.
Es que lo miro y solo quiero reventarle el puto cráneo.
Chicos, ¿estáis todos bien?
He escuchado la explosión.
Sí, serpiente, estamos bien.
¡Estarás bien tú, serpiente, hijo de puta!
¡Este, este es el cabrón que nos delató
y nos echó de la Ciudadela!
¿Que hizo qué?
¿Qué? No, no, yo no.
¿Ahora qué, serpiente de mierda?
¡Ahora ya no eres tan chulo!
Todo esto ha pasado por tu culpa.
Yo... mejor me voy.
¡Agárralo, Iván!
¡Ven aquí, tú!
¿Dónde ibas?
¡Chicos, parad!
Dios, esos curos.
Han perdido la cabeza.
Por fin.
Ya era hora de que este cabrón pagara
por lo que nos ha hecho.
Machacamos entre todos al hijo de puta.
Cuando cae al suelo, ni lo pensamos.
Empezamos a patearle.
Aprovecho para clavarle el cuchillo en la espalda.
¡Y sí, joder!
Siento que se ha hecho justicia.
Benita le da en la cabeza con la culata de su fusil
y el Morcon lo pisa hasta que cruje.
Buah, estoy disfrutando de la paliza.
Cuando paramos, serpiente es historia.
Yo estoy manchadísima de sangre
y con un subidón de adrenalina que nunca había sentido.
Miro al resto y me doy cuenta de que
todos sentimos lo mismo.
Compañeros, ¿estáis bien?
La pregunta de Roldi interrumpe nuestra felicidad
y nos pone alerta.
Cuando lo miro, soy consciente de que
ni él ni Kai han intervenido en la liberadora paliza serpiente.
Sus miradas me incomodan.
Es como si nos estuvieran juzgando.
Entonces nos damos cuenta de que ya no son de fiar.
Que estaban del lado de los traidores
y que son peligrosos.
Roldi.
¿Qué?
¿Estás pensando lo mismo que yo?
Espero que sí.
¡Corre!
¡A por ellos!
Solo queríamos hablar y comprobar
si son de verdad peligrosos traidores.
Pero que salgan corriendo es ya la respuesta que buscábamos.
Se han sentido descubiertos.
Ocultaban algo.
¡Venga, cojones, que baito lento!
¡Vamos lo más rápido que podemos, joder!
¡Pues así no los vamos a pillar nunca!
Yo me voy a adelantar porque así no nos los cogemos.
¡Que no se escapen!
¡Y yo!
Seguimos corriendo detrás de los que nos habían hecho creer hasta ahora
que eran nuestros amigos.
Nos han jodido, pero las tornas han cambiado.
Porque en nuestro bando tenemos la velocidad de Gepardo,
la puntería de Benita y la fuerza de Morcon.
Aunque también sea desesperadamente lento.
¡Venga, Morcon, coño, que los perdemos!
¡Ya voy, joder, ya voy!
Para ti es fácil decirlo, que pesan lo mismo que mi muslo.
No discutáis entre vosotros.
Guardad energías para esos dos infiltrados del mal.
¡Ah!
¿Y ahora qué te pasa?
¡Mierda!
Me he forzado para correr más rápido y me he torcido el tobillo.
Sin duda, Morcon es un puto lastre.
Veo como Roldi y Kai se alejan.
Pero como he dicho, por suerte, tenemos a Gepardo.
Seguid vosotras, yo no puedo más.
Me voy a adelantar también, no quiero dejar solo Iván.
Vale, yo me quedo con Morcon.
No hace falta.
Es que necesito sentarme.
Joder, Morcon.