254. La Ruina (con Luis Piedrahita)

La ruina con Ignasio Taltavull y Tomás Fuentes.

Tomás Fuentes, buenas noches.

Iba a decirlo, buenos días.

Buenos días en el Emo otra vez.

En el Emo, el mejor festival de humor de este país.

Es increíble.

Tenemos la suerte de venir ya por tercer año consecutivo.

Estamos siempre muy contentos de que nos inviten, de conocer vuestras ruinas.

Y es que realmente es un día fantástico.

¿Cómo podría mejorar este día? Pues mira, no se me ocurre ninguna.

Una.

Sí.

Con un kaikou café latte.

Ah, sí, exactamente.

Y mira, y justamente yo tengo aquí.

Ah, pues ya está.

Es que no se me ocurre de ninguna manera más.

¿Dos? Tengo dos.

Pues multiplicado por tres.

Mira, tres incluso.

Así estaría yo hasta seis si quisiera.

Pues mira.

¿Cuatro? No me digas que has traído los seis.

Jolín.

Bueno, el quinto ya tengo que hacer cosas que a lo mejor hay que censurarlas en YouTube.

Bueno, bueno, bueno.

Oye, es mejorable.

¿Eh? ¿Qué te parece? Me parece...

Mira qué alineación tenemos aquí.

Kaikou café latte para todas las ocasiones.

¿Cuál es la mejor ocasión para tomarse un kaikou café latte? Respirar.

Eso no es una ocasión a priori, ¿no? Si respiras es un buen momento para...

Sí.

Esta no pasó.

¿En el brainstorming qué hicieron? Eso y a media tarde.

Respirar y a media tarde.

Ah, sí.

Toda la situación.

Todas las situaciones.

Muy bien.

Y ya está.

Ya está.

Tenéis un link en la descripción con descuento.

Sí.

Y además hoy el ganador o ganadora...

Un aplauso por favor para nuestro patrocinador.

Los guardamos aquí en la nevera que tenemos aquí abajo.

Si alguien quiere uno, nos lo dice.

Que los tenemos aquí preparados.

Ahora pensando.

Hay otra cosa que se me ocurre para mejorar.

Vale.

Pero creo que se va a cumplir por la persona invitada que tenemos hoy.

Ah, ya, ya.

Sí, sí.

Con eso ya es de...

Es para mejorar esta mañana en A Coruña de manera espectacular.

Sí, sí.

Vamos a recibir a nuestro invitado de hoy que es ni más ni menos que Luis Miedraita.

Luis, ¿qué tal? Buenos días.

Gracias por estar aquí, que es tu festival.

No, no.

Esto es tuyo, ¿no? No, es vuestro.

Te lo has comprado, ¿no? No, es tuyo, es tuyo.

Es vuestro festival.

Vives aquí, ¿no? Te lo has comprado.

Efectivamente.

Esto no es comprado realmente, es alquilado.

Ah, bueno, bueno.

O sea, disfrutamos y luego pagamos lo que consumimos.

Bueno, bueno.

Oye, gracias.

No sé si eres tú la persona.

¿Te imaginas que no es él? Que ha decidido que estemos este año otra vez aquí.

Pero muchas gracias.

He sido yo.

Muchas gracias.

Muchas gracias.

Y nada, te teníamos ganas, ¿eh? Eres como tan majo que este tío no puede tener ruinas.

Pues tengo muchísimas.

Sí, no sabes tú cuántas.

Pero fíjate que lo poco ruinoso que pareces, que eres como de los pocos magos que caen bien, ¿no? No hace falta que respondas a esta pregunta.

Es cierto que hay un enfrentamiento entre comediantes y magos y al final van los dos al mismo contenedor.

Ya, eso sí.

Son igual de tristes.

¿Y entre magos hay también rivalidad o no? También, también.

Pues no, no ha visto Harry Potter.

El mago tiene, el mago tiene, yo creo que lo mismo que tiene la persona que canta bien en un karaoke.

Ya.

Que está haciendo algo bien que te causa desagrado.

Ya.

Que dices, qué bien canta este en el karaoke.

Qué idiota.

Ya.

Es verdad porque en el karaoke es como ofensivo subir allí a cantar bien.

O sucede algo, una especie de fenómeno de vergüenza ajena que es un fenómeno muy incómodo e injusto.

Porque, ¿por qué tengo que pasarlo mal yo si es otro el que está haciendo el ridículo? Claro.

Y me toca a mí cargar con esa miseria.

Pero la gente te pide en tu día a día, hazme un truco, ¿te lo pide? Cada vez menos, afortunadamente.

Porque tú ya les dices.

¿A vosotros os piden hazme un chiste? No.

No.

Pero sí que nos dicen mucho, quiero contarte tu ruina, ¿eh? Sí.

Mi ruina, la mía no, o sea la de la gente.

Bueno, Luis, entonces tienes ruinas.

Tengo ruina.

Pues mirad.

Yo creo que… Te cuento mi ruina.

Por favor.

Mirad, sucede una cosa en A Coruña y es que en Galicia en general somos desconfiados.

¿Ah, sí? Sí, sí, el gallego es desconfiado.

Aquí todos somos desconfiados, todos.

¿Entre vosotros o con nosotros dos en concreto? Con el planeta la Tierra.

Es verdad que yo lo vi en Fariña, había veces que no confiaba.

Mirad los gallegos cómo son.

Pero no todos somos desconfiados.

Levantad la mano a los desconfiados.

Todos.