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By Desahogo Podcast Desahogo Podcast
270.- Los Barberos de Potosí

270.- Los Barberos de Potosí

4/2/2025 · 13:37
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Desahogo Podcast Episode of Desahogo Podcast

Description of 270.- Los Barberos de Potosí

En este episodio, Jean le cuenta a Txus su odisea en busca de una barbería después de que su barbero de confianza le quedara mal. Un domingo, con pocas opciones y el tiempo en su contra, terminó en una barbería donde los barberos parecían más interesados en descansar que en cortar cabello. Sin muchas alternativas, Jean tuvo que confiar en las tijeras de un desconocido y aceptar su destino capilar. ¿El resultado? Solo el espejo lo dirá. 💈✂️😬

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Luego, ya quería cortarme el pelo, y fui a mi peluquería de comienzo.

Bueno, barbería, no sé qué es. No sé cuáles.

¿Cuánto cobran, eh? 200 bárbaros. 200.

Ahí en Plaza El Dorado.

Pero, pues llegué y tenía gente.

Dije, no sé qué ustedes ocupan.

Me dijeron, ah, pues como a las 3.

Y era a las 2.

Sí, a las 2.

Dije, bueno, mejor quieres que te agende.

Y yo, pues sí, ¿no? Dijo, ¿a qué hora es? Y yo, pues a las 2.

Digo, a las 3.

A las 3.

A las 3.

Dijo, va, va, va.

Va, va, va, ya nos fuimos a la oveja.

Para unas cosas.

Y ya como a las 2.46.

Dije, pues ya vamos.

Voy.

Y ahí esperamos un ratillo.

Y llegué.

Y le digo, ¿qué onda? Dice, ah, un check en el reloj.

Dice, ah, ¿crees que puedo hacer 3.30? Ah, sí, sin bronca.

Y me enojé.

Dije, no, esta la verga.

¿De qué sirve que me digas de qué? Te agendo, si no me agendaste.

¿Ya estaba acordándome de alguien más? ¿No te fijaste? Es que llegué y tenía a un dom sentado.

Y a otro güey cortando el pelo.

Y cuando llegué a las 2.00 y cachito.

Estaba el dom que estaba sentado cortándole el pelo.

Y otro joto ahí sentado en el sillón.

Pues yo dije, no, pues me va a decir que se espere, ¿no? Y no, me dijo a mí que me espere y ya.

No, no, no.

¿Dejó de ser de confianza? Sí, no, ya.

Me hizo emputar.

Y era el lugar que me gustaba.

Y me emputé.

Dije, sí, sí.

Tres meses está bien.

¿Y te quedaste ahí para cortarte el cabello o fuiste a otro lado? No, no, no.

Ya dije, no, se me ahogó.

Y ya, porque ahí también compraba mi cera.

Para peinarle.

Dije, vamos a chévere.

Y ahí compré una cera.

Me estrené una.

Pero creo que me faltó.

No sé.

Es la primera vez, tengo que...

Jugarle ahí cuánta cantidad.

Y ya, compré mi cera.

Y ahora, ¿dónde verga me voy a cortar el cabello? ¿Dónde te lo cortaste? Pues, fuimos a buscar...

En Carranza.

En Carranza y...

Rey le estaba cortando el pelo, güey.

Dije, ¿qué onda para un corte? Eran las tres de la tarde.

Fue a un corte y ya me hice...

En la recepción hice al que estaba cortando.

Dije, ¿un corte se alcanza? Dije, no, ya no.

Le dije, vámonos.

Me trajo una tarjeta.

Le iba a decir, pero ya sabes, por mi amabilidad o no sé.

O sea, me daban las avisas de los caballos.

Pero no me sale, güey.

Le digo, ándale, sí.

Ya me da una tarjeta, me sale.

Ya cuando me sale, pues ya la rompí toda.

Le dije, son las tres de la tarde y yo no quiero echar mierda, pues vámonos a la verga.

¿Era sábado? Domingo.

Ah, es que en Domingo, muchos no...

Negociaron bien temprano.

Ah, pues estábamos en la verga, pues mejor que no, ¿verdad? Y ya, ya me dijo, hay un plazo en Tangamanga y otro en Barranquilla.

Ya, pues vámonos.

Ah, y en una plaza que está delante de Plaza Tangamanga también hay una.

Y ya, pues pasamos primero a esa.

Llegamos a esa plaza, estaba todo cerrado.

Tienen unas escaleras para subirse a unos locales.

La puerta ahí estaba cerrada.

Qué raro, nadie abre en Domingo aquí.

Pero su página de esa peluquería dice que se abre en el Domingo.

Por favor tienes que tocar, ¿no? Por favor tienes que tocar, ¿no? No había nada para tocar así.

Ya fuimos a Plaza Tangamanga y ahí...

Ahí sí estaba abierto.

Pero entramos...

Y estaban todos así desparramados.

Estaban todos pendejos.

Y ya se cuenta, ahí tirados.

En el piso.

Veo ahí una...

Una morra.

Con un chingo de pelo así tirado.

No me decía nada.

No me decía nada.

Yo estaba así de que...

¿Hola? Y ya...

Hasta que un pendejo me dijo...

Ah, ¿sí? Entonces le ofrecí yo para un corte.

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