

Description of 279 Sin presiones
Un lapso de relajación no sólo es necesario a veces, sino un jugoso y suculento bocado siempre, nos hallemos en el momento en que nos hallemos.
También puedes seguirme en Facebook, y si te gusta este audio, por favor dale un “me gusta”, suscríbete a mi canal y COMPÁRTELO en tu entorno, ¡¡GRACIAS!!
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Sin presiones. Muy pocas veces somos conscientes de que nos sentimos cuerda de violín en más ocasiones de las que desearíamos. Me refiero a esa tensión que se instala en nuestro interior y que se manifiesta de diferentes maneras en lo tocante a quienes nos rodean o comparten nuestra realidad. Porque, algunas veces, se traduce en un comportamiento adusto, o se refleja en un talante combativo, o se evidencia en una actitud belicosa, en una susceptibilidad extrema o en respuestas ariscas, bruscas y urañas. Y el problema de eso no es sólo que empañe y enrarezca el ambiente en que nos desenvolvemos, sino también que desluce nuestra propia presencia, nos afecta nocivamente y nos hace contemplarlo todo de un modo mucho más desventajoso y deprimente de lo que en esencia es.
Pero lo más preocupante de esa sensación es, sin duda, la factura anímica que nos pasa. Por lo que el primer punto a tener en cuenta es que resulta fundamental para nuestro bienestar evitar en la medida de lo posible ese concreto varapalo que tanta congoja y desazón promueve. Y si no hemos podido sortearlo y nos vemos presa de él, hay que pensar en cómo lograr escapar de sus redes y en cómo conseguir que sea de veras efectivo y eficaz ese escape. Para lo cual yo creo que lo oportuno sería obligarnos a entender esa tribulación como algo semejante a una obstrucción física. Porque visualizándola de esa guisa podemos manejarla como una oclusión que precisa un desatasco.
Y una vez desmenuzada y convertida en partículas más diminutas y manejables, puede ser barrida, apartada y por tanto inutilizada. Hay que empezar con examinar detenidamente qué nos ha provocado ese embaramiento. Inspeccionar cada detalle de ese reconcomio. Porque nada como comprender la composición de algo para que deje de convertirse en amenaza inasumible o en problema irresoluble. Y el paso siguiente es concienciarnos de que somos capaces de liberarnos de esa inquietud. Percibirnos lo suficientemente fuertes para quitar espinas a esa zozobra. Aunque haya circunstancias en las que parezca que tenemos poco que hacer con esa exigencia de relajación y calma que nuestro fuero interno demanda, cometemos un error.
Porque cierto es que la vida, nuestra existencia, nuestras responsabilidades, deberes y obligaciones dirigen nuestros pasos y encaminan nuestros momentos por derroteros que ni parecemos elegir siquiera. Pero nos equivocamos al restarnos protagonismo y cortarnos las alas rebajando nuestra importancia y el poder de nuestra mano en ello. Siempre es grato darse respiros. Y si no, basta con que pensemos en lo idílico de imaginar un día en el que nuestro mayor imperativo consista, por ejemplo, en decidir qué vamos a comer o en qué vamos a emplear el tiempo. No te escudes en ninguna excusa ni justificación. Y aunque parezcas tener todo en contra, sé egoísta. Date unos instantes.




















Comments of 279 Sin presiones