288 - Tomás Turbado

Muy buenas y bienvenidos a Solo en Balda, vuestro podcast favorito de juegos de mesa en solitario.

Episodio número 288 y nos vamos acercando al 300 poco a poco, seguro que haremos algo muy interesante.

Un saludo de quien nos habla, mi nombre es Kaneda y hoy estamos tres de los clásicos, en orden de aparición o que últimamente se está prodigando mucho y nosotros que nos alegramos, el gran Kukui.

Buenas noches a todos, pues has dicho clásicos por no decir veteranos, que suena ya a peor, ¿no? Sí, sí, ya vamos teniendo una edad, betustos incluso sería la palabra, pero bueno.

Aquí estoy comiendo galletitas saladas, que me he aficionado a comer galletitas saladas porque a mi hija le moló y quiere que se las ponga para el cole y tal.

Y yo nunca he sido muy fan, pero no sé por qué, me ha dado ahora y mejor que comer quicos o algo de eso, pues galletitas saladas, parece un poco más sano.

Sí, realmente es nutricionalmente mejor, pero bueno.

Hombre, muy sano hoy de noche, no sé yo, pero bueno, están muy buenas, eso es verdad.

Y aparte del gran Kukui, también está uno de los pilares fundamentales de la punta de lanza, la vanguardia de los juegos de mesas solitarios, Granasolas, bienvenido de vuelta.

¿Qué pasa? Creo que por fin estoy de vuelta, o por lo menos esa es la intención que tengo.

Ya vienes para quedarte, ¿no? Ojalá, ojalá que sí.

¿Ya se han resuelto esos temas que tenías por ahí? Están en ello, están en ello, pero bueno, hay un momento en el que esto ya, con esto ya se cuenta.

Muy bien, sí, sí, te echábamos de menos, la verdad es que han sido ya unos cuantos programas sin ti, pero bueno, hemos intentado mantener aquí el tipo.

No es lo mismo, pero bueno, se ha hecho lo que se ha podido.

Pues nada, hoy tenemos un programa un poquito freestyle, os hablaremos de nuestras ilusiones, de nuestras partidas, de lo que hemos jugado y lo que no.

Y aquí estaremos nosotros pasando un buen rato, seguro que sí.

Así que vamos para allá, vamos a leer, teníamos pendiente, nos encargó nuestra gran organizadora Marta, que últimamente se ha convertido en la que nos lleva la agenda por fin.

¿Podría ser la nueva, desde que se fue nuestro bien amado Stilgar, la nueva productora ejecutiva del programa? Podría ser, la verdad es que sí, que le pegaría.

Además está bien, porque nos lleva firmes, ahora que no nos oye nos lleva tiesos como velas a todos.

¿Puede ser que sea la primera productora ejecutiva becaria de la historia? Sí, y además que ejerza, la primera ejecutiva becaria que ejerza como tal.

Bueno, pues nos han encargado que leamos del programa anterior de Tumis, de ese gran programa con el terraforminares, ahí, mítico.

¿Anterior no? ¿De la anterior? De la anterior a la anterior, efectivamente.

El comentario de Mr. Croquette que dice, os acuso públicamente de utilizar la IA para hacer el podcast.

Lo cual es cierto, en realidad, ninguno de los que somos aquí somos reales, somos generados por ordenador.

En este programa, el cucuy parece una persona coherente y eso es imposible.

Obviamente, ha sido generado artificialmente.

Así que, por favor, reconoced vuestras triquiñuelas de una vez y que el cucuy pida perdón a la audiencia, muchas gracias.

Y le responde a Dec, dice, venía a decir lo mismo.

Hasta se aprecia cosas extrañas, artificiales, en ocasiones en su modulación de la voz.

Liberada al cucuy, basta de cultura de la cancelación y a la dictadura woke.

Bueno, cucuy, por alusiones, si quieres, ve poniendo la consulta en ChatGPT a ver qué quieres contestar a esto.

A ver, es que me dio un poco el síndrome del impostor, ¿no? Porque digo, yo no me merezco tener un miss y ¿qué es lo que me ha llevado aquí? Pues el ser borde irreverente, pues no, esto no puede ser.

Tengo que ser de otra forma.

Y claro, pues la gente lo notó.

Ahí ya me puse sentimental, me abrí mis sentimientos a la gente, abrí mi corazón.

Y claro, lógicamente, pues no fue bien recibido.

Porque fíjate que el cucuy más sentimental, más emocional, es el que piensan que es el robótico.

Date cuenta, como en la vida.

Sí, eres una IA, ¿no? Lo que dicen, hombre, es que nos tenéis acostumbrados a otro estilo.

Pero yo no creo que lo hicieras mal.

Yo creo que fue bonito, te abriste, contaste todo.

Y en realidad, habría que dar la vuelta y pensar que lo tenías planeado y fue el troleo del troleo, ¿no? Diciendose, ahora sí.