2x04 · Tomàs. De profe de plástica a escultor (2ª parte) 💡

Bienvenidos y bienvenidas a Exprofesor, el podcast donde Migue, un maestro en plena reflexión sobre su futuro, cuestiona no solamente su carrera, sino también las decisiones de quienes como él han decidido dar un giro a su vida profesional. Aquí exploraremos historias de educadores que han saltado del aula y se han reinventado.

Y ahora, cuéntame tú, ¿te atreves a cuestionarlo todo sobre tu puesto docente? Si es así, cuéntame, porque éste también es tu espacio.

Bienvenidos y bienvenidas al episodio número 14 de Exprofesor, que es la segunda parte de la charla que comencé en el episodio anterior con Tomás, un exprofe de plástica y otras áreas que ahora se dedica a la escultura. Así pues, seguimos en Reinventados, la categoría de episodios en la que conocemos y hablamos con quienes ya se han atrevido a dar el salto fuera del aula.

En la primera parte, Tomás notejó algunas de sus reflexiones más incómodas. Cuestionó la idea de que el profesorado sea siempre la víctima y lanzó un mensaje claro. Como docente, si aceptas el sistema, el trabajo es bueno. Para él, la docencia puede ser ideal, si uno consigue que le dé igual todo, como a muchas familias o incluso al propio sistema. Pero entonces, ¿qué sentido tiene seguir ahí? Tomás llegó a plantearse si, queriendo enseñar de verdad, quizás estaba en el lugar equivocado.

A continuación, te dejo con esta segunda parte en la que profundizamos en su malestar en la docencia y en su cambio personal. ¡Que la disfrutes! A mí me parece muy clarificador que el único curso que es más o menos serio, y lo hemos tenido toda la experiencia cuando estudiábamos y también como profes, es segundo de bachillerato.

Ah, ahí va ahora, con las pruebas de evaluación también, a ver.

Claro, el segundo de evaluación, el segundo de bachillerato… O sea, tú puedes haber tenido los profes más guays del mundo o lo que tú quieras, pero en segundo notas que las cosas cambian y notas que hay un ritmo distinto y que el profesor tiene otra habilidad.

Y lo que te decía, por ejemplo, antes de las profesoras que no dan clase, el centro ya se encargaba de que esa profesora no diera segundo de bachillerato. Estaba en todas partes pero no daba segundo de bachillerato. Y de repente, en segundo de bachillerato, las cosas se organizan y notas que hay un espíritu distinto. Hay más seriedad, los alumnos se dan cuenta de que hay que saber qué pasa, hay unos contenidos claros. ¿Por qué? Porque hay una evaluación externa. Es el único curso en todo el sistema educativo en donde existe una evaluación externa.

Y fíjate, como una evaluación externa, de pronto lo organiza todo. Sabemos lo que tenemos que dar y sabemos que nos van a evaluar por eso. Y que la nota no la voy a poner yo, me la van a poner. Y la selectividad, como las reválidas. Y yo creo que sería muy sano para el sistema educativo que hubiera reválidas. No tanto porque evalúen los alumnos. Las reválidas nunca han evaluado a los alumnos, evalúan a los profes y a los centros. Y los centros empiezan a competir entre ellos y los profes también empiezan a competir entre ellos.

Y de repente ese consenso silencioso de que tú no das clase y todos fingemos como que me da igual. Oye, no, porque es que me va a afectar a mí. No, no, ¿sabes? Aquí estamos dando la cara por alguien. Pero eso solo se va a solucionar por contenidos y evaluación.

La metodología por sí sola, suelta, no hace nada. Y yo creo que nos marean con discusiones de metodología para no hablar de lo otro en realidad. Porque no es serio. Es decir, tampoco ves que las cosas vayan en una línea con una decisión clara. Sí, vienen pedagogos que no han dado nunca clase y te explican las cosas mil veces. Y yo creo que los primeros años te los crees. Pero cuando llevas diez años ahí, qué sentido tiene. Y ves que son como modas. Ahora toca, me acuerdo que hubo unos años que estaban de moda las negociaciones.

Después estuvieron de moda las competencias. Después están de moda las no sé qué. Y a la mínima que escarbas un poco te das cuenta que son chorradas. Por ejemplo, las competencias a mí me indignaba porque la palabra competencia está mal traducida. Se viene del francés compétence. Y compétence no quiere decir competencia, quiere decir capacidad. Es que la base de la terminología está mal. ¿De qué me estáis hablando? Y al final son todo como moditas que se deshacen. Y chorrada es esta.

Yo de las modas también. Como te digo, yo soy de los profes que he estado en ese sistema y después de eso de 14 años en mi caso, me he sentido engañado. Y eso de las modas por supuesto que lo he vivido. En los últimos años he sido hasta coordinador TIC el año pasado. Y esto del tema de tablet viene y no sé cuántos ordenadores y venga preparando salas de informática para que cada uno tenga su ordenador. Y al año siguiente a la Comunidad de Madrid yo ya no estoy. Pero ahora mismo pues a prohibir.