

Description of #311 Abriendo la puerta de Arthur Machen
Arthur Machen, maestro del horror sobrenatural y el misterio esotérico, nos presenta en Abriendo la puerta un relato inquietante que juega con la realidad y lo desconocido, envolviendo al lector en un velo de incertidumbre y asombro.
El relato sigue la investigación de un reportero sobre la desaparición y extraño regreso del reverendo Secretan Jones, un erudito de Canonbury conocido por sus ideas apocalípticas sobre la modernidad y el progreso urbano. Lo que en principio parece una historia de extravío, pronto se transforma en una exploración de los límites de la percepción humana, la fragilidad de la memoria y la posibilidad de otras realidades que existen a la vuelta de una simple puerta.
Machen construye la narrativa con su característico estilo evocador, mezclando el realismo detallado con lo inexplicable. El uso del periodismo como punto de vista refuerza la sensación de verosimilitud, pero también enfatiza el desconcierto de la historia: Secretan Jones no recuerda qué ocurrió durante su ausencia de seis semanas, y las pocas pistas que se obtienen, como la frescura de una flor recogida antes de su desaparición, sugieren una alteración de la realidad que escapa a la comprensión racional.
El tema de la pérdida de identidad y la transición entre dimensiones ocultas es recurrente en la obra de Machen, y aquí se manifiesta en la sutil transformación del protagonista y su creciente inquietud tras su inexplicable regreso. La historia nunca ofrece una explicación definitiva, sino que se deleita en lo indescifrable, dejando al lector con la sensación de que ciertos misterios son mejor dejados sin resolver.
En definitiva, Abriendo la puerta es una muestra magistral de la habilidad de Machen para infundir terror a través de lo sugerido más que de lo evidente. Su atmósfera de irrealidad y su exploración de lo que se oculta más allá de la percepción humana lo convierten en un relato memorable dentro de la literatura de lo sobrenatural y lo desconocido.
Análisis de: Javier Matesanz
Texto del relato traducido por: Javier Matesanz
Musicas:
- 01. Mind Tricks - Experia (Epidemic)
- 02. Dark Music - The Sealed Kingdom (Epidemic)
Nota: Este audio no se realiza con fines comerciales ni lucrativos. Es de difusión enteramente gratuita e intenta dar a conocer tanto a los escritores de los relatos y cuentos como a los autores de las músicas.
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Bienvenidos a Páginas Oscuras, el podcast que te sumerge en relatos de misterio y suspense que te dejarán sin aliento.
En cada episodio, exploraremos las profundidades más sombrías de la imaginación humana,
desenterrando historias intrigantes, emocionantes y, a veces, aterradoras.
¿Te fascina lo desconocido? ¿Te estremece lo inexplicable?
Entonces, acompáñanos en un viaje a través de las páginas más oscuras de nuestra realidad.
Desde crímenes sin resolver hasta encuentros sobrenaturales,
cada relato está diseñado para cautivar tu mente y enviar escalofríos por tu espina dorsal.
Nos vemos en las sombras.
Páginas Oscuras.
Descubre el suspense detrás de cada página.
Baúl de Libros presenta Los relatos de Páginas Oscuras.
Hoy presentamos Abriendo la puerta de Arthur Machen.
El reportero, por la naturaleza del caso, tiene que tratar generalmente con los lugares comunes de la vida.
Hace todo lo posible por encontrar algo singular y llamativo en el espectáculo de los acontecimientos del día,
pero a pesar suyo, generalmente se ve obligado a confesar que haya lo que haya bajo la superficie.
Esta misma es bastante aburrida.
Debo admitir, sin embargo, que durante los cerca de diez años que pasé en Phil Street,
me topé con algunos asuntos no exentos de rareza, por ejemplo el asunto de Campo Tosto.
Eso nunca salió en los periódicos.
Campo Tosto, debo explicarlo, era un belga afincado desde hacía muchos años en Inglaterra
que había dejado todas sus propiedades al hombre que cuidaba de él.
A mi editor le llamó la atención algo extraño en la breve historia que apareció en los periódicos de la mañana
y me envió a hacer averiguaciones.
Dejé el tren en la estación de Ray Gate y allí descubrí que el señor Campo Tosto había vivido en un lugar llamado Barn Green,
que es la traducción de su nombre en inglés, y que disparaba a los intrusos con arco y flechas.
Me condujeron a su casa y vi a través de una puerta de cristal algunas de las propiedades que había legado a su criado,
trípticos del siglo XV, oscuros, ricos y dorados, estatuas talladas de santos,
grandes candelabros de altar, incensarios de plata deslustrada y mucho más del antiguo tesoro de la iglesia.
El legatario, que se llamaba Turco, no me dejó entrar, pero como obsequio me sacó el periódico del bolsillo
y lo leyó al revés con gran exactitud y facilidad. Escribí esta historia tan extraña, pero Phil Street no la aceptó.
Creo que les pareció algo demasiado extraño para sus sobrias columnas.
Y luego estaba el asunto del sindicato JHVS. Se trataba de una clave cabalística
y del fenómeno llamado en el Antiguo Testamento la gloria del Señor
y del descubrimiento de ciertos objetos enterrados bajo el emplazamiento del Templo de Jerusalén.
Esa historia se quedó a medio contar y nunca oí su final.
Nunca entendí el asunto del tesoro de monedas que, a causa de una tormenta,
dejó al descubierto en la costa de Suffolk, cerca de Odelburg.
Por lo que contaban los estibadores, que estaban al acecho entre las dunas,
parecía que una granola había arrasado un trozo del acantilado de arena justo debajo de ellos.
Vieron objetos brillantes cuando el mar los arrastró y recuperaron lo que pudieron.
Yo vi el tesoro. Era una colección de monedas, las más antiguas del siglo XII,
las más recientes, peniques, tres o cuatro de ellos, de Eduardo VII
y una medalla de bronce de Charles Spurgeon.
Hay, por supuesto, explicaciones para el enigma, pero hay dificultades para aceptar cualquiera de ellas.
Está muy claro, por ejemplo, que el tesoro no fue reunido por un coleccionista de monedas
ni los peniques del siglo XX ni la medalla de bronce.