362: Cómo saber cuándo besar a una chica: 5 señales claras (y los errores que matan la atracción)

Muy buenas compañeros, ¿sabías que la mayoría de los hombres pierden el interés de una chica justo después del primer beso? Y lo peor es que ocurre por culpa de la seducción clásica, esa que te dice cuándo besar, cómo hacerlo y al final termina matando la atención en lugar de crearla. Llevo más de cinco años trabajando con cerca de un millar de hombres ayudándole a recuperar su atractivo, entender la naturaleza femenina y dejar de depender del azar en sus relaciones y uno de los dilemas en muchos hombres solteros es el mismo, ¿cómo puede ser que la chica pasara de mí pese a que ya la haya besado? En el episodio de hoy te voy a enseñar cómo leer las señales que te indican cuándo besar, cómo crear el ambiente para que el beso sea inevitable y cómo evitar el error que mata la atracción antes del primer roce del labio. Así que empezamos.

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Y claro, como eso les frustra acaban buscando soluciones en la seducción clásica donde les dicen que deben ser más sexuales y más directos. ¿El resultado? En la siguiente cita se acaban lanzando demasiado pronto o sueltan alguna rutina enlatada que los hace parecer nerviosos o forzados y así pasan de un extremo a otro, de no hacer nada a hacer el ridículo. Saber cuándo besar a una chica no es cuestión de suerte ni de una intuición sobrenatural, es cuestión de leer el lenguaje corporal, de calibrar el nivel de interés y de entender la biología detrás del deseo femenino. Si aprendes a hacerlo bien no solamente sabrás cuándo besarla sino también cuándo no hacerlo, porque besar en el momento equivocado puede matar la atracción bastante más rápido que cualquier otro error en la conversación. Así que la primera pregunta sería cómo saber o cómo sabes si debes besar a una chica.

Bien, tienes que dejar de pensar en un beso como una acción aislada. El beso es una respuesta natural al nivel de tensión sexual acumulada entre los dos. El problema es que la mayoría de hombres intentan forzar el beso por miedo a perder la oportunidad. Ven el momento del beso como un momento separado del resto de la interacción y cuando haces esto solamente pueden pasar dos cosas o bien no genera atracción durante la cita y en el momento del beso intenta hacer todo lo que no hiciste antes de golpe o bien estaba relajado, fluido, natural hasta que llega el momento y te transforma en otro tipo, tenso, inseguro y raro.

La realidad es que el beso debe sentirse inevitable y ser una consecuencia natural de lo que ya has estado construyendo previamente y eso sólo ocurre cuando se cumplen dos condiciones. La primera que ya está emocionalmente abierta, es decir, se siente cómoda, relajada y conectada contigo. Y la segunda que hay tensión sexual no resuelta, es decir, siente tu presencia masculina, siente atracción y desea que ocurra algo más. Por tanto, tu trabajo no es buscar permiso para besarla sino crear el ambiente para que el beso sea la consecuencia natural e inevitable del momento. ¿Y cuáles son las señales que indican que ella está lista para el beso? Pues bien, no existen fórmulas mágicas pero sí que es cierto que hay patrones o señales claras que delatan cuando una mujer puede estar receptiva al beso.

Concretamente, te recomiendo que busques estas cinco señales antes de besarla. Primero, un contacto visual prolongado. Cuando una mujer mantiene el contacto visual más tiempo de lo normal y no aparta la mirada rápido, normalmente está abriendo la puerta. El contacto visual sostenido a una de las formas inconscientes de decir me siento cómoda contigo y no tengo miedo a la cercanía. La segunda señal sería una sonrisa genuina y mirada suave. No estoy hablando aquí de una sonrisa educada o social sino de esa sonrisa lenta y relajada.

Esta es la famosa expresión que suele ir acompañada de pupilas dilatadas. Cuando el rostro se suaviza y hay un pequeño brillo en los ojos, es una señal de apertura emocional y de deseo. La tercera señal sería el nerviosismo positivo. Cuando una mujer empieza a jugar con el pelo como nerviosa, tocar su collar o el vaso mientras te mira o sonríe, no son nervios de incomodidad sino más bien excitación contenida. Es como tensión en el cuerpo.