372 - Las Vegas Deluxe, de Santiago Eximeno

¿Escribes relatos de horror o ciencia ficción? Tal vez tu historia tenga un lugar en los cuentos de la Casa de la Bruja y podamos escucharla el próximo viernes al caer la noche. Puedes leer las bases de la convocatoria en la descripción de este episodio. Al hilo de la cuña esta que os he puesto de la convocatoria, pues como veis efectivamente la convocatoria sigue abierta y en principio mi intención es que esté abierta de forma indefinida, no tiene fecha de caducidad más allá de la fecha de caducidad que tenga el podcast. Pero quería aprovechar para comentaros un par de cosas. Iba a hacer un episodio especial para comentaros esto, pero bueno, es que es un minuto, entonces os lo comento así rápidamente en este episodio y ya está.

Tened en cuenta la horquilla de palabras que os pido en las bases de la convocatoria, que es entre 3.000 y 4.000 palabras. Tened en cuenta que todos los textos por debajo de 3.000 palabras o por encima de 4.000 palabras no los estoy aceptando. Sé que es una horquilla muy justita, pero me estoy limitando a la duración que necesito que tengan los episodios, también pensando en el tiempo del que yo dispongo para grabarlos.

Entonces, tened esto en cuenta porque, y no exagero aproximadamente, el 40% de los textos que me están llegando no encajan, no entran dentro de esta horquilla y me está llegando tal cantidad de textos que me es imposible leer un texto que directamente no entra dentro de ese tamaño en palabras. Entonces, por desgracia, todo aquel texto que me estáis enviando que no entra dentro de las 3.000-4.000 palabras lo estoy rechazando sin siquiera leerlo. Lo siento, pero no tengo tiempo a más. Entonces, tened eso en cuenta porque es una pena que me enviéis cositas y yo no pueda leerlas.

Por otra parte, para aquellos que me estáis escribiendo, que me enviáis algún texto y al poquito me preguntáis si he tenido la oportunidad de leerlo, os pido un poquito de paciencia. La convocatoria ha sido un éxito que yo mismo no me esperaba. He recibido una enorme cantidad de relatos y lo cierto es que por falta de tiempo no estoy leyendo los textos a la velocidad a la que me están llegando. Los estoy leyendo a la velocidad a la que produzco episodios en el podcast. A medida que voy produciendo, voy leyendo.

Ahora mismo, la cola de lecturas se acerca peligrosamente a los dos años. Es muchísimo material el que me habéis enviado. Yo no puedo estar más agradecido, pero es mucho tiempo. Entonces, para aquellos que me escribís, me mandáis un texto y a los pocos días me preguntáis si he tenido la oportunidad de leerlo, os pido paciencia porque la cola es larga y estoy leyendo estrictamente en el orden en que me estáis enviando el texto. Así que nada más. Acordaos de la horquilla de palabras y un poquito de paciencia que os aseguro que os voy a leer a todos.

Y por supuesto, gracias a todos los que me estáis enviando este contenido tan genial y hoy gracias especiales a Santiago Exímeno, que es quien me ha enviado el texto que vamos a escuchar esta noche. Un texto quizá acerca de lo jodido que es a veces volver al pasado. Santiago, varias veces galardonado con el premio Ignotus, hoy nos trae un cuento que se mueve entre la memoria y entre la decadencia, entre lo que es real y lo que es espectral, fantasmagórico.

Es una historia marcada por las heridas de la infancia, de la niñez, por esos vínculos familiares que creo que nunca llegan a ser lo que deberían y por la necesidad, a veces dolorosa, de regresar al origen para comprenderse, para entenderse plenamente a uno mismo. Esta historia nos lleva a un espacio que en su día fue de luces, de neones, de espectáculo, de música y que ahora solo conserva ruinas, ecos, presencias del pasado. Un sitio donde nuestro protagonista no solo se enfrenta al espacio físico que visita, sino también, y aquí está quizá lo terrible, a su propia historia.

Es un viaje íntimo, es un viaje duro y es un viaje muy triste.