38. La mariposa que se posa

La mariposa que posa es una meditación para los niños puede ser con una mariposa pero también con una mariquita o con una hormiga si los niños son muy pequeños invitamos a los adultos a que los acompañen con una mariposa de papel y la puedan posar en las diferentes partes del cuerpo según mis palabras ahora que tú me estas escuchando quiero que sepas que las meditaciones son palabras que nos permiten escuchar nuestras emociones nuestros pensamientos y acompañar nuestro cuerpo y también las hacen los adultos así que esta vez esta es para ti y yo te voy a acompañar te voy a pedir que te tumbes boca arriba sobre el suelo quizá tengas una esterilla y te vas a poner cómodo cómoda si te apetece puedes empezar a cerrar los ojos y te pido esto porque quiero que imagines una mariposa preciosa del color que más te guste y del tamaño que tú quieras empieza a verla a imaginarla dentro de ti esta mariposa se va a ir posando por tu cuerpo y en esa zona donde se pose va a ser la mariposa que se relaje y que se ilumine se llenará de alegría de tranquilidad de seguridad de relajación de paz de serenidad y se iluminará con una luz del color que tú quieras también puede ser del color de la mariposa y esta mariposa empieza a mover sus alas y revoloteando alrededor de ti decide posarse en tu frente y notas que tu frente se llena de luz y de amor y empieza a volar de nuevo y se posa encima de tu nariz y con sus patitas va dejando alegría en esa nariz y ahora decide volar hacia tus hombros se pasa el uno al otro ves a un hombro y ves al otro y se va hacia tus brazos y hacia los dedos de tus manos anda por encima de tus dedos lo notas mira y ahora se posa en tu pecho al lado de tu corazón decide escuchar el ritmo de tu corazón y ahí brota de nuevo la alegría la tranquilidad el bienestar y se vuelve a elevar y revolotea y vuelve a pararse esta vez en twombly gritó y de ahí ir vuelve a salir es salud llenándote de tranquilidad y de calma y decide ahora irse hacia tus rodillas y mueve sus alas con fuerza y hace que tus piernas se relajen más y más toda tus piernas se relajan y gracias al aleteo llegan a tus pies y ahí recorre con sus patitas de nuevo cada uno de tus dedos para iluminarlos y llenarlos de tranquilidad de seguridad de alegría y una vez que ha ido recorriendo tu cuerpo decide emprender el vuelo pero tú te quedas aquí respirando