400 CRONICAS DEL PUEBLO 23-03-2025 HOMENAJE A EDUARDO RIVAS

Buenos días amigos y amigas de Crónicas del Pueblo. Hoy lo vamos a dedicar, nuestro programa, a escuchar a Eduardo Rivas. Eduardo Rivas que, como sabéis, esta semana nos ha dejado y bueno, pues nos han dejado sus recuerdos. Ha dejado de vivir y ya pues pasa a eso que pasamos todos cuando morimos al recuerdo. Y para recordarlo y para agradecerle también pues su forma de vivir, porque en muchos aspectos nos ha dado ejemplo de cómo vivía libremente, absolutamente libre, además honesto, sincero.

Había dobleces. Había veces que era tan sincero que parecía que te estaba agrediendo. Pero es cierto que esa sinceridad y esa autenticidad, esa forma de vivir la vida de una forma libre absolutamente, pues nos atraía a mucha gente. Yo le he admirado en ese aspecto. He aprendido mucho de él. Era un hombre muy culto, un hombre que leía mucho.

Un hombre que amaba la música, que amaba el teatro, que amaba la cultura, que amaba el periodismo.

Recuerdo sus años en el Ecos de la Mesa, anteriormente en el Pregón del Pueblo, que prácticamente lo financiaba él de su bolsillo. En fin, tantas cosas, tantos recuerdos tan bonitos que, bueno, pues hoy me apetece que escuchemos su voz otra vez, precisamente en un programa que hicimos en el 2018, como un pequeño homenaje que le hacemos también los de la Asociación de Amigos del Museo Etnológico. Víctor, nuestro presidente, ha escrito unas palabras para él en este día y quiero leerlas y que sea como el prólogo a la entrevista que va a continuar.

A Eduardo Rivas. Un día de llantos celestiales para incrédulos divinos. Recuerdos de vida en lucha entre acordes musicales. Verbo literario del siglo XXI. Todo un privilegio haber compartido noches literarias, políticas, filosóficas, llenas de poesía y versos con piano. Todo fue empeño de mejorar, de mejorar las condiciones de los oprimidos.

Todo un sueño de cambiar el rumbo de una sociedad sometida. Aportaste cultura con las letras, con la música. Sonaron los aplausos en comedias y tragedias. Fueron disfraces carnavalescos los que anunciaban nuevas primaveras. Fuiste pregonero en papel escrito, noticiero sin censura, provocador e inteligente, devorador de libros.

El séptimo arte fue tu debut al conocimiento. Los libros recorrieron bajo tu mirada los rincones de toda España. Los encuentros de debate, el último libro leído, la última película visionada, los problemas del mundo en un pueblo de la mancha, minúsculo ejemplo del quehacer de las Españas, buscaban siempre la verdad ocultada. Todo fue vida intensa, vida llena de alma, camino de música, de colores, de palabras. Recorriste todas las estampas, llenaste los espacios con tu guitarra. Sonó el clarinete con un adiós, que en silencio se quedaba. Buen viaje, querido amigo Eduardo. Víctor García Hijón.