41. Otra forma de mirar tu clínica veterinaria - Ana Barajuán

Del caos al orden, ¿qué hacer para que todo funcione? El caos agota. El orden da paz, claridad y resultados. Y cuando hablamos de una clínica veterinaria, el caos no sólo afecta a los números, sino que también impacta al equipo, en los clientes y en los animales.

Hoy en Libros que Venden vamos a descubrir cómo se puede pasar del caos al orden con alguien que sabe muchísimo de esto para mirar de otra forma tu clínica veterinaria. Aunque, creo, nos lo confirmará ella, que a lo mejor en vez de sólo una clínica veterinaria se podría llevar a otro tipo de clínicas. Así que estate muy atento.

Bienvenida, bienvenido a Libros que Venden, ese podcast donde los libros no son sólo páginas, son herramientas para transformar tu vida, tu negocio y tu autoridad. Soy Rosa Montaña, médico por vocación, empresaria por decisión y autora de 25 libros. Y sé por experiencia propia que cuando el caos manda, la energía se pierde y nada, absolutamente nada funciona.

Por eso hoy quiero hablarte de cómo poner orden y estrategia también en tu negocio o bueno, o la invitada. Este episodio está patrocinado por el Instituto de Relaciones Estratégicas y Ventas Efectivas, por IREVE, y nos trae una protagonista muy especial, veterinaria de toda la vida, de estas de las que conocen a tu animal desde que nace hasta que te muere.

Te ha acompañado todo, pero gran experta en dirección de clínicas veterinarias. Con su nuevo libro, Otra forma de mirar tu clínica veterinaria, nos va a ofrecer claves reales, importantísimos y aplicables, para dejar atrás el caos y llevar una gestión de una clínica al siguiente nivel, con eficiencia, rentabilidad y humanidad. Os presento, cómo no, a Ana Barajuán.

Hola, buenos días, encantada, muchas gracias.

Hola Ana, del caos al orden, ¿cuántas clínicas has visto tú que por dentro, cuando las has visto, ha estado caótica la cosa? Pues muchas, muchas, la verdad que me cuesta más encontrar clínicas que están realmente ordenadas y bien gestionadas, es verdad. Oye, ¿por qué es esto? ¿Porque en la facultad no nos enseñan a organizar cómo es una clínica o es que luego en el día a día nos perdemos? No, no nos enseñan, eso para empezar, desde luego nos enseñan a que cuidemos muy bien a nuestras mascotas, sabemos muy bien todos los procedimientos que hay que utilizar, somos muy técnicos, pero el día a día de cómo tendríamos que organizar nuestro espacio para que sea más efectivo, esto no nos lo enseñan. Entonces, no sé, igual también va en el carácter de los veterinarios, yo he llegado a pensarlo, porque conozco a muchos ingenieros que tienen la organización muy metida en su manera de ser y en cambio nosotros somos un poco más, pues, caóticos, digo yo.

Pero verdad, pero yo estoy pensando ahora mismo, si estuviera en una clínica y yo soy la única que estoy dentro de la clínica y tengo a lo mejor solo un auxiliar que me acompaña o pasa la parte de recepción y yo mi trabajo como veterinario puede ser más sencillo, pero cuando tenemos ya un equipo, si cada uno hace lo que quiere, pues al final podemos terminar con un vaso en cualquier sitio.

Correcto, el problema de todo eso es que cada uno empieza a hacer las cosas a su manera porque todos somos muy individualistas y todos sabemos mucho mejor lo que hay que hacer y tendemos a, bueno, vale, tú me has dicho que lo haga así, pero yo sé que de esta manera va mejor, entonces ahí empieza un poco el desorden y bueno, como ya va funcionando la cosa y tenemos trabajo, pues vale, hazlo como tú quieras y luego como a mí me parece y al final llega el caos, eso es, en cuanto empezamos a ser más de dos personas ya llega el caos. Ana, para que los demás te conozcan, porque te conozco un poquito más, tú has estado dirigiendo una clínica durante muchos años llevando equipos y además no equipos pequeños. Cuéntanos un poco cómo es tu experiencia para que ellos puedan situarse desde tu testimonial.

Bueno, yo lo que más he trabajado es una clínica de 13 personas, 14 personas, es una media edad de trabajadores. ¿13 personas? Primero empecé con una y con dos también, pero luego al cabo cuando ya empezamos a ser más de, yo creo que cuando ya éramos ocho, yo ya empecé a ver que el caos ya se instalaba en el espacio y que ya era muy difícil comunicarse, era muy difícil, claro, tú decías cómo se hacía una cosa y de repente llegaba alguien y decía, bueno pues hacia otra manera, ya no podías hablar con todo el mundo y había que empezar a poner normas, había que empezar a poner normas, procedimientos, protocolos, para que todo el mundo que entrase hiciese las cosas de la misma manera y esa es la única forma de que las cosas avancen, porque si no, ahí empezábamos, yo he dicho esto, tú has dicho lo otro, espera quien ha hecho el análisis, no déjame que yo lo saqué ayer, pero ya le he llamado, ah no, pero igual es que, entonces a una persona le llamábamos dos veces y a otra persona no le llamabas ninguna, porque claro ya se te había quedado en medio y ahí empezaban los problemas con los pacientes, con los pacientes no tanto, porque los pacientes siempre parece que los llevamos más organizados, pero con sus propietarios, que al fin y al cabo es con los que nosotros hablamos y los que entienden cómo es lo que va a ocurrir allí, entonces, perdona no estás hablando a mí