451. Falta de fe

Por la señal de la santa cruz nuestro enemigo el líbano señor dios nuestro nombre del padre y del hijo y del espíritu santo amén señor mío y dios mío creo firmemente que estás aquí que me vez que me oyes te adoro con profunda reverencia te pida perdón de mis pecados y gracia para hacer con frutas este rato generación madre mía inmaculada san josé mi padre y señor ángel de la guarda interceder por mí aquí todos y gente que habitualmente aceleración vamos misa consecuencia comunicamos perdón por nuestros pecados pregunta por lo menos a mí sí usted cree que hay buenos y malos televisión los cereales y y pues hay malos y buenos porque esos que salen los diarios atacan a la iglesia no son partidarios interior nosotros somos partidarios son malos y nosotros vuelos hay buenos y malos y precisamente seamos nosotros somos los buenos aquí aquí estamos los buenos y en la calle por allí en la playa echando malos los que van a la discoteca esos dos manos contagiando el código lo que llevan una querella son los malos pues dónde está la línea divisoria entre los buenos y los malos entre el bien y el mal para antes era es mala idea es buena para ya eres buena la línea divisoria entre el bien y el mal no está el paralelo o en hemisferio los malos norte son los vuelos los que hay una región nosotros somos somos buenos dónde está la línea divisoria la línea divisoria entre el bien y el mal duele decidió está dentro de nosotros nuestra afuera son los buenos y a veces nos dejamos en serie por el mal y eso que nos ocurre nosotros ya ocurrió las personas hay gente que no mancha ni aceleración que mucho mejor que nosotros en ocasiones ante las amenazas externas que han existido delito de la humanidad ahora pues ese virus los cristianos todo entiendo la venida del señor colaboración de sus líbranos del mal el mal mal para los primeros necesidad no están representados por el imperio romano hace nada le damos la fiesta de san pedro y san pablo los todos fueron ajusticiado uno cortándole la cabeza y otro cosificando revés emperadores romanos un poder enorme político que amenazaba con eliminar el cristianismo a los dos mejores