#51 - VIVIR EN EL CAMPO POR SALUD MENTAL

¡Muy buenas! ¿Cuánto tiempo? Y aquí estamos otra vez.
¿Cómo estamos?
¡Guau, Raimond! ¿Cuánto tiempo pasó? No sé si un año o algo así.
Sí. Hay gente, ¿eh? Hay gente que todavía nos pregunta. El otro día coincidí con Amparo y nos echaban la bronca
de dónde estábamos, que por qué habíamos parado el podcast, que se lo ponían todas las mañanas para ir a pasear.
Y yo, mira, vamos a recuperarlo otra vez, que ahora estamos... Sí, estábamos ocupados en proyectos y lo tuvimos que dejar,
pero bueno, lo retomamos otra vez.
Sí, sí, sí. A mí también me comentaban de, os pongo en la cocina y charlo con vosotros.
Vosotros no me oís, pero yo también contesto. Sí, sí, sí. Está genial, ¿no?
Sin más, al final es conversar entre amigos de lo que sentimos y lo que vivimos para invitar a que la gente se pregunte cómo lo vives
y cómo lo piensas tú. No para traer aquí verdades absolutas que no existen, sino para invitar a pensar y a reflexionar,
que parece que poco falta en esta vida que llevamos. Más casi recibir, recibir, recibir información.
Y es un poco, bueno, sí, lanzar información, pero invitando a qué piensas tú.
¿Qué te ha parecido esto que he dicho? ¿Una verdadera tontería? Pues genial, ¿no?
Se trata que tú lo mastiques en tu boca y miras a ver tú cómo lo vives, cómo lo sientes.
Y nos compartas en comentarios.
Sí, sí. Cualquier tema que salga también, que se quiera que tratemos, pues también nos pueden dar ideas.
Algún tema de actualidad. Nosotros, la verdad, que creo que a la gente le gusta porque somos bastante naturales,
como tú eres muy cuerpo, muy espiritual, yo más mente, más racional. Y no sé, creo que hay una combinación ahí muy buena.
Entonces, yo creo que siempre traemos temas que aportan valor, siempre.
Eso intentamos.
Es lo que nos dicen, sí. Así que bien, pues vamos a seguir otra temporada.
Te veo en otro espacio.
Hombre, hay cambios importantes. Hemos pasado de Otra vida es posible a Otra vida es mejor.
A ver, es que hay cambios buenos porque al final Eva y yo estábamos con ganas de tener un campo base.
Es algo además que yo defiendo sobre todo en mis reflexiones y en mis vídeos de inspirar a la gente
y empujarla a que se vaya a vivir al campo por un tema de salud mental.
De momento, a nosotros nos servía la furgoneta, que es un medio de transporte o de vivir, vamos a decir,
más básico, más precario para mucha gente que está acostumbrada a vivir en una casa y todo eso,
con todo el confort que eso conlleva.
Y a nosotros nos encantaba estar en la furgo, pero también siempre a la hora de trabajar,
de tener nuestras bicis, de crear algunos eventos y hacer quedadas con la comunidad.
Siempre estábamos soñando también a ver si encontramos un terrenito,
ya sería brutal para combinar vida de campo con la furgo.
Así que mira, nos hemos comprado un terrenito aquí en la costa de España, por la zona de la Comunidad Valenciana
y estamos ahora encantados, arreglando cosas, vida natural, alucinante, sin contaminación, sin ruido, con espacio.
Hemos vuelto un poco al propósito de vida que tenían nuestros antepasados,
que simplemente era gestionar cosas del día a día para sobrevivir.
El propósito de vida, controlar tu comida, la trazabilidad de tu comida, de tu agua,
estar en contacto con los elementos, frío, sol, fuego y es increíble.
Ahora nos levantamos con la ropa, olor a madera, olor a leña, a humo...
¡Es muy loco!
Entonces, nos encanta por eso volver, como es una simbología, volver a meter las manos en la tierra.
Y nada, súper, súper, súper contentos.
Pero es verdad que el campo tiene mucho trabajo.
Podíamos acceder a una casita,