

Description of 6x03 Motos, Sudor y África. Ricardo Fité.
Hola, soy Josep y os doy la bienvenida a un nuevo episodio de Cuento Contigo.
Un episodio que se nos ha hecho un poco de rogar pero espero no os defraude. Cualquier cosa que diga sonará a excusas...y no las hay.
En éste, os relatamos el primer capítulo de Motos, Sudor y África, de Ricardo Fité. Primer capítulo en el que nos cuenta el arranque de sus viaje por África al encuentro de Nico Ride me Five. Veremos si llegan a encontrarse.
Como siempre esperamos que os guste. Leeremos vuestros comentarios.
Besos y abrazos.
Todas las músicas incluidas en este episodio están libres de derechos de autor.
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Hola, ¿qué tal? ¿Cómo estáis? Bienvenidos. Preparados una vez más para un viaje inolvidable en una nueva edición de Cuento Contigo. Mi nombre es Josep y como siempre agradecer vuestra presencia y ayuda a este podcast de entretenimiento con vuestros comentarios y me gusta. Agradecemos la colaboración de Interfolio Libros, Ricardo Fité, Sonia Barbosa, Ramón Parreño y La Mala Suerte Ediciones por su colaboración con nosotros.
¡Comenzamos! Ricardo Fité. No recuerdo en qué momento descubría a Ricardo con aquel no le digas a la mamá. Probablemente lo escucharía en el podcast decano de los viajes en moto en español.
Me lo pasé como un enano desde el primer momento. No sé si me cautivo por compartir esa SR2,5 o, seguro, por la lectura entretenida, la sencillez del carácter que Ricardo destila y esos pasajes desternillantes. Ahora Ricardo está por Sudamérica, donde sigue con su particular modo de ver el mundo y vivir. Pero vivir en mayúsculas.
En este episodio nos vamos a ir hasta su tercer libro, Motos, sudor y África. En cinco capítulos, Ricardo nos cuenta su viaje por África hecho con cuatro duros y pasando mucho más tiempo con los locales. Creo que lo mejor es que vayamos directamente al primero de ellos, no sin antes pasar por las notas del propio Ricardo. Es inicio de los libros que, cuando era canijo, siempre me saltaba para comenzar lo más pronto posible con la chicha.
La caja negra de las motos. ¿Qué tiene de especial un viaje en moto? ¿Qué tiene de atractivo moverse con una máquina insegura y peligrosa? ¿Dónde está el encanto de exponerse a las inclemencias meteorológicas y a los peligros de la carretera? Los que hemos leído algo de historia del motociclismo sabemos que durante décadas las motos estaban pensadas para cubrir necesidades de movilidad de la clase obrera. Eran consideradas simples herramientas de trabajo y todavía no se veían como un medio para viajar. La llegada del peristacar a los medios de comunicación en los años 80 no hizo sino confirmar que el concepto aventura en África pertenecía a unos pocos chiflados.
Entonces, ¿qué ha pasado? ¿Cuál ha sido la clave? Poco a poco, algunos empezaron a atreverse a viajar solos en moto y a exponerse a la adversidad. Desde las revistas especializadas en el sector de las dos ruedas hasta la aparición de las redes sociales y la difusión de vídeos en internet, las motos y lo que podíamos hacer con ellas empezaron a resultar atractivas y fascinantes para un público más amplio.
Comenzamos a sentirnos no solo atraídos sino también capaces de adentrar nos en lo desconocido. Demasiado confort nos había llevado al aburrimiento. Este había dado paso a la insatisfacción y de ahí había nacido la inquietud. Las rutas nos estaban llamando y el atractivo por las dos ruedas crecía al ver cómo otros viajeros sí daban el salto a los largos viajes en solitario.
De la noche a la mañana queríamos sentirnos inseguros. Buscar los límites de nuestros miedos e intentar controlarlos se convirtió en una obsesión. Nuestra adrenalina. Nombres como la carretera Panamericana, la Caracorun Highway, la Transahel o la Ruta de los Huesos comenzaron a asentarse en nuestra cabeza para no dejarnos descansar hasta que fuéramos a recorrerlas.
Como un amor irracional, cuanto más leíamos sobre sus dificultades, más atractivo nos resultaba todo y más admiración y envidia sentíamos a los que ya se habían atrevido. Sin más objetivo que el de vivir en primera persona, nos subimos a nuestras motos y empezamos a viajar. El binomio viaje y moto ya estaba de lleno en nuestra mente, en nuestra forma de pensar, incluso algunos lo convirtieron en su forma de vida. Ya no nos lo podíamos quitar de la cabeza. Como a veces,
Comments of 6x03 Motos, Sudor y África. Ricardo Fité.