La mayoría de los antiguos pueblos de la tierra aún creen que el hombre no muere como tal, y que es sólo su cuerpo el que se va. La resurrección cristina, la reencarnación oriental, o incluso la palingenesia de los griegos y romanos, siempre ha estado presente en sus vidas. El alma no muere, se transmuta, se cambia de ropa, de cuerpo, o vaga en el limbo hasta transformarse en un ser nuevo y en un lugar nuevo. Para todos ellos, la muerte sólo es un tránsito al más allá, una nueva etapa del devenir del ser. Toda la mitología antigua está cargada de símbolos de renacimiento, de un nuevo orden y de un despertar hacia mundos desconocidos. En todo mito existe la triada universal de: separación- iniciación- regreso. El héroe, heroína, tienen que separarse de lo conocido, padres, hogar, entorno, familia y zona de confort e iniciar el camino solo, sin apenas equipaje, el camino de las pruebas, de los retos, de las batallas y conflictos con él mismo, aprender a dominar el miedo a la muerte y finalmente morir. Pero ahí no termina su viaje, hay que retornar, hay que reencarnar o resucitar nuevo, con una nueva vida, con el conocimiento adquirido para ayudar a otros en su destino.
Comentarios
como siempre un programa interesante y fuera de los comun,gracias por hacer este programa