74 Soltar el control: La paz de no tener todas las respuestas

Bienvenido, bienvenida a este espacio dedicado al mindfulness. Cada podcast o meditación que suba va a ser creado con amor y cuidado, con el propósito de mejorar el bienestar de todos aquellos que deseéis ser parte de esta comunidad. Aquí encontrarás contenido relacionado con mindfulness como ejercicios, artículos y datos de interés. Todos estáis invitados a comentar y compartir vuestros pensamientos de manera bondadosa, amable y respetuosa. Espero que este espacio sea de gran utilidad para vosotros.

En el episodio de hoy hablaremos sobre el arte de soltar.

Hola soy Laura Tabernero y te doy la bienvenida a este espacio de calma y conciencia, Lakshmi Mindfulness. Hoy quiero compartir un tema que nació de una conversación muy humana y muy real. En uno de mis talleres un hombre me dijo algo que me tocó profundamente. No sé cómo soltar, sobre todo cuando se trata de personas cercanas. Siento que si dejo ir pierdo algo que me sostiene.

Y de ahí surgió esta miniserie de dos episodios sobre el arte de soltar, no como un acto de abandono sino como una forma de liberarnos del control que nos aprieta por dentro. ¿Por qué nos cuesta tanto soltar? Desde pequeños nos enseñan que tener el control es sinónimo de seguridad. Desde la infancia muchas veces aprendemos que tener el control es algo positivo, planificar, anticipar, manejar los resultados, se premia la capacidad de prever, de estar preparado, de tenerlo todo bajo control. Y eso no es malo en sí mismo, pero cuando la vida no sigue el guión ese control se convierte en una carga.

Sufrimos por no poder abarcarlo todo. El miedo a lo desconocido activa mecanismos de defensa y apego. El ser humano busca certezas porque lo desconocido puede generar ansiedad. El miedo a lo que no sabemos o no podemos manejar despierta nuestros sistemas de defensa. Nos aferramos a lo que conocemos aunque no nos haga bien, solo por el hecho de que nos resulta familiar. Soltar entonces se vuelve incómodo, incluso amenazante.

Confundimos soltar con rendirse o fracasar, pero no es lo mismo. Aquí está uno de los grandes bloqueos. Muchas personas creen que si sueltan, pierden. Que soltar es sinónimo de rendirse, de dejarse estar, de perder el control. Pero soltar no es fracasar. Soltar es confiar, es decirle a la vida hago lo que puedo, pero no necesito controlarlo todo. Es un acto de humildad y también de sabiduría. La mente busca certezas, pero la vida es movimiento, cambio constante.

Nuestra mente racional quiere estructura, pero la vida no es una línea recta. Es cambio, transformación, sorpresa, muerte y renacimiento constante. Cuando intentamos fijarla, la vida nos desborda y ahí la práctica de mindfulness se vuelve clave, no para controlar lo externo, sino para sostenernos dentro del cambio.

Mindfulness, como hemos visto en algún otro episodio anterior, no es resignación, es abrirnos a la realidad tal como es. Aceptar no es lo mismo que resignarse. La resignación lleva frustración, impotencia, amargura. En cambio, la aceptación desde la conciencia nos permite ver claramente. Esto es lo que hay ahora.

No estamos de acuerdo necesariamente, pero lo reconocemos. No luchamos contra la que no podemos cambiar. Soltar empieza por aceptar que no podemos controlarlo todo. Y esto puede dar miedo al principio, pero cuando lo aceptas, algo se afloja. No tienes que sostener todo no tienes que arreglar a los demás, no tienes que saber siempre qué hacer. Ese alivio trae descanso. Y desde ahí, desde esa quietud, es mucho más fácil tomar decisiones sabias y compasivas.