774 Música sin usura 14-09-2025______ Miles Davis según Slumdar

De cometer la tropelía de hablar monográficamente sobre algunos de mis tótem a nivel musical, aunque cierto es que más miedo me dé como reto porque no soy especialista en nada, pero mucho menos en jazz, y cierto es que me resulta un tanto diletante plantearme si quiere la posibilidad de hablar de un ser tan absolutamente excepcional musicalmente hablando como Mile Davis, por lo que voy a hacer lo de siempre y voy a pasar totalmente de datos cronológicos al uso, aunque los haya, y me ceñiré a mis impresiones personales sobre este poderosísimo ser tocado por los dioses de la creación en todos los sentidos, y no creáis que fue de mis primeras opciones musicales, ya que mi interés por el jazz ha sido un tanto sui generis, digamos que ha ido cogiendo forma muy despaciosamente por mor de su complejidad y de mi simplicidad, ha sido un árduo y laborioso trabajo que incluso sigue en estos momentos en donde he decidido a estas alturas de mi vida retomar mi paranoia audiofílica a través de un formato como el vinilo, del que siempre en el fondo he sido un fiel amante, lo que siento cuando se oye un vinilo, bueno difiere mucho de lo que siento cuando la terminología es digital, pero no dejan de ser manías de una persona ya un tanto mayor, porque no es lo mismo, aunque reconozco que cuesta empíricamente demostrarlo, sobre todo si no se tiene un oído extremadamente refinado, como digo escuchar un cd y su sonido impoluto o un vinilo, más sucio por supuesto, pero también más cálido, por razones científicas y se me permite abrir el debate, y uno de esos temas de los que me lo demuestran es sin duda el comienzo del icónico disco de nuestro querido Miles del año 59, donde para mí comenzó todo con, como no, so what?, que por sí mismo es una declaración absoluta de intenciones.