
Description of 8. Balkis, reina de Saba
Balkis es una enigmática reina venida de las tierras del sur de Arabia que decide ir en persona a conocer y escrutar todo lo que se cuenta acerca de Salomón, soberano del antiguo reino de Israel. Así nos lo narra la Biblia:
“La reina de Sabá había oído la fama de Salomón… y vino a probarle por medio de enigmas. Llegó a Jerusalén con gran número de camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y de piedras preciosas; llegada que fue donde Salomón, le dijo todo cuanto tenía en su corazón. Salomón resolvió todas sus preguntas. No hubo ninguna proposición oscura que el rey no la pudiese resolver. Cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón y la casa que había edificado, los manjares de su mesa, las habitaciones de sus servidores, el porte de sus ministros y sus vestidos, sus coperos y los holocaustos que ofrecía en la Casa de Yahveh, se quedó sin aliento, y dijo al rey: ‘¡Verdad es cuanto oí decir en mi tierra de tus palabras y tu sabiduría! No daba yo crédito a lo que se decía hasta que he venido y lo he visto con mis propios ojos, y hallo que no dijeron ni la mitad. Tu sabiduría y tu prosperidad superan todo lo que oí decir. Dichosas tus mujeres, dichosos estos tus servidores que están siempre en tu presencia y escuchan tu sabiduría. Bendito Yahveh tu Dios que se ha complacido en ti y te ha colocado en el trono de Israel para siempre, a causa del amor de Yahveh a Israel, y te ha puesto como rey para administrar derecho y justicia’. Dio al rey ciento veinte talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca llegaron aromas en tanta abundancia como los que la reina de Sabá dio al rey Salomón. La flota de Jiram, la que transportó el oro de Ofir, trajo también madera de almugguim en gran cantidad, y piedras preciosas. Con la madera de almugguin hizo el rey balaustradas para la Casa de Yahveh y para la casa del rey, cítaras y salterios para los cantores. No vino más madera de almugguin y no se ha vuelto a ver hasta el día de hoy. El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, aparte lo que Salomón le dio con gran magnificencia de un rey como Salomón. Ella se volvió y regresó a su país con sus servidores”. I Reyes 10, 1-13.
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Seguro que estamos reconociendo esta famosa composición de Händel acerca de la llegada de la reina de Shabá a la corte del rey Salomón, una enigmática reina venida de las tierras del sur de Arabia que decide ir en persona a conocer y escrutar todo lo que se cuenta del soberano de Israel.
Así nos lo narra la Biblia.
La reina de Shabá había oído la fama de Salomón y vino a probarle por medio de enigmas.
Llegó a Jerusalén con gran número de camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y de piedras preciosas.
Llegada que fue donde Salomón le dijo todo cuanto tenía en su corazón.
Salomón resolvió todas sus preguntas.
No hubo ninguna proposición oscura que el rey no la pudiese resolver.
Cuando la reina de Shabá vio toda la sabiduría de Salomón y la casa que había edificado, los manjares de su mesa, las habitaciones de sus servidores, el porte de sus ministros y sus vestidos, sus coperos y los holocaustos que ofrecía en la casa de Yahvé, se quedó sin aliento y dijo al rey.
¿Verdad es cuanto oí decir en mi tierra de tus palabras y tu sabiduría? No daba yo crédito a lo que se decía, hasta que he venido y lo he visto con mis propios ojos y a lo que no dijeron ni la mitad.
Tu sabiduría y tu prosperidad superan todo lo que oí decir.
Dichosas tus mujeres, dichosos estos tus servidores que están siempre en tu presencia y escuchan tu sabiduría.
Bendito Yahvé tu Dios que se ha complacido en ti y te ha colocado en el trono de Israel para siempre a causa del amor de Yahvé a Israel y te ha puesto como rey para administrar derecho y justicia.
Dio al rey ciento veinte talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas.
Nunca llegaron aromas en tanta abundancia como los que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
La flota de Hiram, la que transportó el oro de Ofir, trajo también madera de almuguín en gran cantidad y piedras preciosas.
Con la madera de almuguín hizo el rey balaustradas para la casa de Yahvé y para la casa del rey cítaras y salterios para los cantores.
No vino más madera de almuguín y no se ha vuelto a ver hasta el día de hoy.
El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, aparte lo que Salomón le dio con gran magnificencia de un rey como Salomón.
Ella se volvió y regresó a su país con sus servidores.





















Comments of 8. Balkis, reina de Saba